Por José Luis García “Comenencias”
Después de tres maratones y tras un 2012 de descanso en cuanto a la distancia de Filípides se refiere, en verano ya empecé a mascullar la idea de enfrentarme de nuevo ante los 42.195 metros.
La experiencia es un billete de lotería ganador que uno encuentra el día después del sorteo (frase de Oscar Wilde) , esta frase la aplico a mi y digo esto porque los tres maratones anteriores con sus distintos matices resultaron un auténtico tormento en su parte final, a partir del 30,31,32 llegaba el consabido muro u hombre del mazo que hacían que a pesar del logro de terminar una maraton también me llevara ese regusto amargo por pasarlo tan mal.
Con esta experiencia y un 2012 de muchas medias maratones y carreras de diez kilómetros me decidí a atacar de nuevo el reto. Los sueños son muy importantes y nada se hace sin que antes se imagine. Yo necesitaba un plan útil, una buena preperación, ser muy constante e imaginar que podía mejorar mucho más y a ello me dispuse.
Le pedí ayuda al gran Roberto Bueno que me pasó un plan de entrenamiento,tenía que cumplimentarlo día a día, además me apunté a un gimnasio que me ha ayudado sobremanera a fortalecer todo el cuerpo, pues tras leer mucho casi todos los maratonianos hacen hincapié en el fortalecimiento con pesas y el trabajo de abdominales.
Fue transcurriendo el plan con las lógicas dificultades pero con una tremenda ilusión que permitía levantarme al día siguiente para llevar a cabo el entreno, le empecé a coger el gusto a las series que tan mal se me dieron siempre notando una gran mejoría en los tiempos según avanzaba el plan.
Desde el inicio del programa de entrenos cada tirada larga fue diferente a la anterior. Como en la zona donde vivo hay muchos parques naturales y pistas de atletismo cambié cada semana el recorrido para no aburrirme en ningún momento, un día por el parque natural de Valdelatas en Alcobendas, otro por la Dehesa Boyal en San Sebastián de los Reyes, otro hasta la T4 de Barajas por la vía pecuaria etc etc, así se hizo todo más ameno pudiendo probar los geles para no llevarme sorpresas desagradables el día de la carrera.
Me propuse hacer sólo un par de carreras como la de Aranjuez donde lo pasé muy bien con mi primo José Antonio y José Ignacio haciendo además una buena marca, la siguiente que tenía programada era la media de Getafe.
Aquí surgió la primera piedra en el camino, en un semáforo de La Vaguada, barrio del Pilar en Madrid, un señor de ochenta años me embestía por detrás dejándome maltrecho y sin coche.
Esto sólo iba a ser un paso atrás para dar dos más adelante, hablé con mi coach y me dijo que no me preocupara, quedaba un mes y parar una semana no sería problema. Así fue, descansé esa semana, no fui a Getafe y la siguiente semana, aunque con molestias en el cuello, retomé los entrenos con más fuerza aún. Estas últimas semanas transcurrieron muy rápidas y ya estaba ahí el maratón.
Esta vez para disfrutar más de la ciudad Teresa y yo fuímos el viernes quedando con la compañera sevillana Manoli Reina, como siempre se portó fenomenal haciéndonos muy divertida la velada.
El sábado por la mañana nos dirigimos al estadio de la Cartuja para recoger el dorsal y ver la feria del Corredor, allí habia quedado con mi amigo valenciano Juanma, gran tipo y con el que coincido cada verano en esos entrenos veraniegos tan bonitos. Aquí me lleve uno de los más bonitos recuerdos de Sevilla que fue conocer a la familia Barroso de Rota, grandes amigos de Juanma y Nuria y a partir de esta carrera creo que también míos. Aprovechamos para hacernos fotos con Martín Fiz y conocimos a Javier Ramón González autor del libro “De patrulla con Filípides” donde mezcla sus andanzas de mando policial en Cartagena con su pasión por correr (muy recomendable).
Ese día tras unos pinchos y una comida por Triana tocaba hacer algo de turismo, esta vez para no cansar tanto las piernas alquilamos un coche de caballos que hicieron más fácil todo, en la Giralda nos encontramos con Miguel y Toñi, charlamos un rato y tras hacernos unas fotos nos fuimos al hotel a relajarnos pues el siguiente día nos esperaba La Maratón.
A las seis de la mañana suena el despertador, rápido a desayunar y ponerme el terno morado, me dirijo hasta el estadio andando unos tres kilómetros que me vendrán bien para ir calentando, la temperatura es muy fría no más de dos grados y más a la orilla del Guadalquivir, también desgraciadamente puedo observar muchas tiendas de campaña con gente dentro, supongo que se habrán visto abocados a vivir así de esta manera. !Que pena!
Llego al estadio una hora antes del pistoletazo, allí tras coincidir con Miguel y Toñi y después con Angel Santiago me dirijo a la salida con Juanma y Los Barroso, con la emoción del momento y los acordes de AC/DC comenzamos a devorar kilómetros.
No quería embriagarme con la emoción del momento y sobrevalorar mis posibilidades pues la experiencia me decía que iba un poco más rápido de la cuenta.
Pasé el medio maratón en 1.43, aquí me empezó una molestia en la cadera que me dejó asustado durante varios kilómetros, afortunadamente sólo fue pasajera, le dije a Juanma que tirara para adelante pues me llevaba un poco fuera de punto y yo prefería pecar de prudente.
Fueron transcurriendo los kilómetros y ya me hallaba en el 32, en pleno Parque de María Luisa, manteniendo el ritmo y con buenas sensaciones. En Plaza España me uno de nuevo a Juanma, me dice que está pasando muy mal rato con la tripa y que no le espere, me mantengo un par de kilómetros a su lado animándole y saliendo del Parque me insiste en que siga a mi ritmo.Ya desde ese precioso centro de Sevilla hasta meta quedan menos de seis y lo mejor sin noticias del dichoso Muro ni del hombre del Mazo. Pasado el puente de la Barqueta con un sol radiante se que me puedo acercar a mi objetivo de 3.30, con esos ánimos finales llego al tunel de entrada al Estadio donde estaba Toñi con su cámara y sus ánimos, en la bajada que da acceso a la pista mis ojos se inundan de lágrimas de emoción, nunca disfruté tanto en un final de carrera, me sentía un auténtico ganador venciendo mis miedos, entro en Meta como loco con los brazos en alto y me encuentro con Angel Santiago que me está esperando, me fundo con él en un abrazo de auténtico compañero, al momento llega Juanma que tras su mal momento pudo terminar con buen pie. 3.32.44. objetivo cumplido y lo mejor cansado pero no destrozado.
Quiero destacar de nuevo la buena organización pero también de paso darles algún tirón de orejas. En Sevilla este año hemos sido más de 7000 participantes y creo que si se ha incrementado la participación casi al doble del pasado año hay que cuidar aspectos como el mal funcionamiento del ropero por no decir la penosa situación en las duchas donde nos hacinamos cientos de corredores rotos por la carrera (algunos no se tenían en pie) esperando con sólo diez duchas disponibles, la buena predisposición de todos hizo que eso fuera un momento de risas y de comentarios jocosos pero eso no debe repetirse, en lo demás un diez.
No quiero olvidarme de agradecer en primer lugar a mi mujer e hijo por aguantarme esta locura, a mis padres y hermana por cuidar de Marcos y hacerme todo más fácil.
A Roberto mi Coach por su inestimable ayuda y a esta gran familia que es el Club Atletismo Macotera.
No me quiero dejar a mi hermano Gabi que nos abandonó hace tiempo marchando a tierras irlandesas y que aunque somos como el Yin y el Yan tan diferentes al menos nos une nuestra pasión por el correr. A ver si nos haces una visita y nos podemos retar de nuevo, un abrazo hermano.
Os deseo mucha suerte a todos los que participéis en la Media de Salamanca lamentando no acompañaros.
Un fuerte abrazo a tod@s.
Aquí más fotos.
P.D: Toñi, cuando puedas me envías las fotos que nos hicimos. Gracias!
