Artículos que recogen las crónicas realizadas por los miembros del club de cada competición a la que asiste el club

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La camiseta morada El (efímero) retorno.

Ya ni me acuerdo de la última crónica que hice, tanto tiempo en el armario no es bueno. Parece ser que mi enclaustramiento era debido a algún dragón llamado tesis que mantenía muy ocupada a mi dueña. Y así de grandote debería ser el dragón que tuvieron que venir refuerzos de España para librarme de la oscuridad del armario.

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Domingo 27 de mayo 10 de la mañana: ¡libre al fin! Nos juntamos los 3 mosqueteros morados para recorrer 20 km en la extrañamente soleada Bruselas. Magnifica culebrilla de colores invadiendo las calles donde antes solo pasaban coches. ¡Qué maravilla!

Los kilómetros van cayendo uno tras otro, entre glucosa y barritas de cereal. Formación en plan guardaespaldas de los hermanos Dosuna intentando que nadie pase dando codazos entre la unida familia, a ver si los primeros 20 km de mi moradita preferida se van a quedar en 10 + lesión.

Y ya llegamos al tramo mágico, el tramo de los valientes. Son los últimos dos kilómetros y ya ve el arco (del triunfo). Y es un tramo mágico, porque a cada zancada que das parece que el arco se aleja, como si él también estuviera corriendo una carrerita. Y es el tramo de los valientes porque sólo los que lo son, siguen corriendo para llegar al final.

Y cogidos de la mano los tres moraditos mosqueteros llegaron al arco diciendo: el año que viene: ¡REPETIMOS!

Tras esta carrerita, me vine con mi morada preferida (que estaba como una rosa después de haber hecho sus primeros 20km) a recoger fuerzas a la capital charra. He aquí que sigo mi racha de carreras, esta vez con la de Salamanca a tope. Me quedo sin palabras para hablar de tan dorado marco y de tan buena compañía (qué ilusión ver a los moraditos en plena carrera).

Y de vuelta al país de la lluvia me encuentro con la morriña de saber que sólo podre acompañaros en mente para la Sanrocada (Gran video Braulio, Gran página web chicos)…

Mucho ánimo, a darle caña y muchos besos de la moradita exiliada.


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El pasado día 13/05/2012 se celebró la XV edición de la Media Maratón “Ciudad de Zaragoza”.

mz1En un principio no estaba previsto que fuera a correrla ya que quedé un poco tocado físicamente después de la preparación y participación en la Maratón de Barcelona. Pero tras insistir algún que otro macomaño (para uno fue su primera media y la entrada al grupo de la primera chica, aunque ahora ya son dos) no pude negarme.

He de reconocer que no costó mucho ya que el recorrido de este año era fantástico. Finalmente la organización pensó en un circuito muy céntrico y turístico. La mayor parte del recorrido fue por las dos márgenes de la rivera del rio Ebro. Se cruzaron puentes emblemáticos, se pasó el Km. 10 por la Plaza del Pilar, llenamos las calles del casco histórico, las Murallas Romanas, La Seo y nuevamente la llegada a meta en la Plaza del Pilar. No creáis que os estoy vendiendo la media maratón para otros posibles años (que también), pero creo en mi modesta opinión que este año estuvo bien organizada y planificada. Prueba de ello es que este año se alcanzó el record de inscripciones 2.500 personas (el año pasado fueron unos 1.800).

mz2La carrera podía haber ido mejor, entre el calor que hacía, no pudiendo descansar demasiado bien, alguna anécdota que no se puede contar en público (tuve que madrugar más de la cuenta) y el dichoso zierzo que quiere ser siempre protagonista en los eventos deportivos al aire libre hizo que mi registro no fuera demasiado bueno. (1h y 40m) Pero eso es lo de menos.

– Más fotos aquí

Eso sí, en una cosa me parezco más a Juan (desde el cariño y la admiración), las crónicas las mando cada vez más tarde, aunque no son tan largas y geniales. En algo hay que parecerse a los buenos (y no sólo en el apellido). Compañeros de la zapatilla, ¡¡¡ UN PALANTE !!! y hasta la próxima.

Germán Bautista (alias el mañico)

Crónica por Emilio “Dulio”

Bueno chicos,mision cumplida,otra media para el cuerpo. Sinceramente una media muy bonita,casi todo el recorrido por el centro de Pamplona. Recorrido de dos vueltas, pasando por plaza de toros, calle estafeta, mercaderes, plaza mayor, etc. Del  kilometro 7 al 10 y del 18 al 21,unas avenidas un poco largas. No iba con muchas esperanzas, semanas duras de curro y poco entreno. Salida más calmada y progresando poco a poco, no habia nadie de liebre y eso se notaba.

Lo peor los 3 últimos kilometros, se me hacen largos, porque me pongo un poquito nervioso al pensar que ya queda poco. Al final satisfecho, miro el reloj y 1:35:08. Os digo una cosa, no miro el reloj hasta que no acabo y no sé si eso es bueno. Bueno chicos,espero que os haya gustado.

Agur, un saludo a todos!

Crónica por Juan Bueno Losada “Colorao”

Dame ilusión y convicción, lo demás ¿que importa?
Barcelona fue el lugar elegido para cerrar la primera y más importe parte de la “temporada”. Ya llevaba tiempo queriéndome dejar caer por esas tierras, pero unas veces por miedo a ir sólo y otras por no pillar dorsal a tiempo retrasaron la ocasión. Así que eliminé los factores limitantes de la ecuación (sólo es cuestión de darse cuenta de que es uno mismo quien los pone) y pillé dorsal para una de las carreras de 10km en ruta más importantes del país, la Cursa Bombers. Dar la vuelta a la tortilla es sólo cuestión de práctica y yo ya tenía mi billete para Barcelona. El que quisiera seguirme, que lo hiciera.

La cita, programada desde hace más de un mes, era ideal para conseguir una buena marca en 10km, después de haber terminado con una gran actuación la media maratón Vig-Bay. Aunque cómo ya intuía, la espera se me hizo larga… Ya en Vigo me encontré bastante cansado, quizás más mental que físicamente. Además, también estaba la Semana Santa que partía por medio toda mi preparación. Mis amigos, me volverían a fastidiar “la dieta” (y yo que me alegro, pues es tan inevitable como necesario) y los 15 días siguientes de entrenamientos fueron más un esfuerzo por intentar recuperar las buenas sensaciones de hace un mes que por afinar las piernas de cara a una marca en 10km. Para colmo, salas bajas estuvo cerrado varios días y la última semana previa a la carrera hizo un viento muy fuerte casi a diario, lo que hizo que los entrenamientos y las series se hicieran muy duros. No me encontraba nada fino y me costaba mucho salir a entrenar (han sido muchos meses desde noviembre). Sólo me movía la ilusión enorme de la cita catalana. Tal es el caso, que el lunes de aguas, sabiendo que no iba a poder entrenar por la tarde, madrugue a las 6 de la mañana para hacer un rodaje de 1 hora antes del trabajo. Nunca había hecho algo así, pero cuando quieres dar lo mejor de ti mismo y además ves que no estás en el mejor momento, intentas sobreponerte, poner todo el máximo empeño para que no quede nada por hacer de tu parte. En definitiva, tener la conciencia tranquila.

Me olvidé de poner en el suelo los pies y me siento mejor, ¡Volar! ¡Volar!
Y llegó el fin de semana de la carrera. El sábado me acompañaron mi hermano y Juan Antonio “Falogo” al aeropuerto de Valladolid. Mientras llegaba la hora dábamos en el café de despedida las primeras pinceladas a la San Rocada de este año. Momentos antes de despedirme, me muestro más inseguro que nunca ante la pregunta de Falogo “¿Y como te encuentras? ¿Qué tal te ves?”. Les comento mis esperanzas de quedar en puestos de honor, según la clasificación del año pasado, mis dudas acerca de mi estado de forma…Y ahí entra mi hermano quitándome la bobada de un plumazo, haciéndome entrar un poco razón: “Pero vamos a ver, ¿tu a que vas a Barcelona? A hacer marca, ¿no?” “Pues déjate de bobadas, puestos y milongas y si tienes que darle caña a Lamdassem, pues se la das”. Creo que estas palabras me volvieron a centrar, pero al final creo que fueron en mi contra el día de la carrera.

IMG-20120422-WA0005Y al poco más de una hora, después de haber aprendido a volar, aparezco en Barcelona, sólo ante el peligro. ¿Sólo? Ni mucho menos, allí estaba Jesús. Un amigo de Sabadell, pero de raíces charras, de Cantalpino concretamente, que había conocido el verano anterior a raíz de la San Rocada. Mucho que aprender de él y de toda su gente (especial mención a su hermano, que nos dio cobijo y mejor comida). Jesús en todo momento se encargó de que me encontrara como en casa, que no me faltara de nada. Estuvimos en la feria del corredor con su compañera e hijos. Allí conseguimos realizar los trámites para poder correr con la camiseta del equipo, aunque al ser la camiseta oficial de la carrera morada, no iba a destacar tanto como en otras ocasiones. Aunque como decía Jesús, había que mirarlo por el lado positivo…el domingo todos serían de mi equipo, todos correrían con el Atletismo Macotera. La Feria, nada del otro mundo, no hacía presagiar la espectacular puesta en escena de la carrera al día siguiente.

Amanece un nuevo día, el día. Con Jesús fuera preocupaciones… ponme esa canción otra vez!
Sobre las 7:30 de la mañana nos levantamos Jesús y yo para ponernos a punto para la carrera. Habíamos dormido en Ullastrel, un pueblo cercano a Barcelona pero desde donde había que ir en coche. He de confesar que me entró un poco el nerviosismo el plantarnos cerca de la salida y ver como nos metíamos en la boca del lobo en un pequeño atasco. Pero Jesús por lo visto suele ir en coche a todas las carrera y la verdad que lo tenía todo controlado. No tuvimos ningún problema para llegar a tiempo. Por si acaso, para calmar los nervios y motivar el ánimo escuchamos grandes canciones, bandas sonoras de grandes películas que te hacen meterte en el papel del mismo Gladiator en la arena del Circo romano. Otro presagio de lo que se avecinaba…

Y salimos del parking, palpando poco a poco el verdadero ambiente de la carrera con gente de todas partes uniformados con la camiseta “morá” de la carrera. Al llegar a la zona de salida todo se acrecienta… ¡ahí es donde uno se da cuenta que ésta es una de las grandes! Pedazo de infraestructura que tenían montado. Un una arco cuadriculado de gran altura y una gran pantalla en el medio todavía apagada, presagiaba algo espectacular. Pero antes había que calentar un poquillo y nos metemos en el parque de la Ciutadela donde había quedado con mis amigas Nuria y Sarah, siendo la culpable en parte ésta última de mis ganas por correr en Barcelona. Pero antes, había que ponerse a tono con un poco de alcohol de Romero y que, todo sea dicho, me compró Jesús. Que sirva esto para agradecerle de nuevo que no me faltara de nada. Y así, nos encontramos con las dos hermanas que venían acompañas por su madre, a la que no tenía el gusto de conocer, pero que era toda naturalidad y alegría. Y por qué no decirlo, toda una macoterana de pro. Pero la hora de la salida se avecinaba y a mi me faltaba algo para la función, algo que había premeditado en esos entrenamientos de invierno en la que viajes como éstos son los que te motivan. Y así, fiel al trato pactado, Sarah me entregó una barretina. La barretina con la que había soñado conquistar Barcelona.  

Que comience el espectáculo… Cursa Bombers 2012!
Quedan unos 10 minutos y ya estoy en el cajón de salida. En el primer cajón después de la élite. Esperaba más jaleo, más corredores, pero mucho mejor. Me sitio justo adelante, de forma que al juntarnos todos no tenga problemas en salir. En el centro de la calle, distanciados unos 50 metros, se alzan unos pedestales con una especie de monjes subidos encima…¿¿Que coño es esto?? Y empiezan a poner música épica, al igual que lo había hecho Jesús poco antes en su coche. El corazón empieza a acelerarse mientras empiezan a poner un vídeo en las pantallas.

6955737996 ee022deb73 oSe suceden frases encatalán que se entienden perfectamente. Al fin y al cabo, lo importante no es lo que dice, si no lo que llegan a transmitirte. Se me cristalizan los ojos por momento, en ese momento, piensas en muchas cosas y te sientes algo especial. Dejas de ser un don nadie y te sientes “alguien” para quien han montado todo aquello. Y aún quedaba lo mejor…de repente aquellos extraños monjes empiezan a interpretar la canción del último mohicano….violines, gaitas, tambores…Toma allá! Se me han vuelto a poner los pelos de punta solo de pensarlo. Podéis haceros una idea con este vídeo. Esto sí que es una puesta en escena, esto si que es una carrera. De nuevo, una locución en catalán dando la cuenta atrás. Todo el mundo con las mano es alto y zás! Aquello ya no hay quien lo pare. Aún saliendo adelante intento hacerme hueco pronto con los codos, tenía claro que la salida debía de ser lo más limpia posible para no perder tiempo y la verdad, que no fallé.

Yo contra el mundo, ¿Y por qué no?
 Después de los primeros 500 metros sorprendentemente me quedo solo tras la estela del máximo favorito Lamdassem y de Roca, los dos del atletismo Bikila. En condiciones normales hubiera aguantado más atrás, intentando seguir el ritmo de algún grupo. Pero como dije, las palabras de mi hermano allá en Pucela me aclararon bastante que yo tendría que hacer mi carrera.
Yo contra el mundo
Era una carrera especial, pero había que sufrirla. Lo que tengo claro es que para ser un 10000 no fui excesivamente rápido. De hecho creo que el grupo que me perseguía fue relativamente despacio. Hasta poco más del km 2 tengo unos minutos de gloria. Pasando por Colón me recreo ante la grandeza del monumento y miro hacia al mar. Todavía estoy cerca de los primeros y estoy rodeado de motos en todo momento y cámaras de fotos y televisión. Joder! Eso es muy bonito para alguien que ha visto mucho ciclismo!  Sigo bien, fresco, pero al alcanzarme el grupo de atrás siento que las piernas no van tan frescas….El motivo estaba claro. En el grupo había gente de calidad e iba de menos a más. Intento recordar, se me vienen a la mente, momentos del Cross Autonómico de Valladolid. Momentos de agonía y esfuerzo constante que supe mantener a lo largo de toda aquella carrera. En definitiva, recuerdos que me dieran la Fe y fuerza suficiente de que podía aguantar con aquellos galgos. Además, estaba en la situación que más me gusta. Yo, el chico de pueblo, sin nada que perder contra todos aquellos “pijos” del atletismo. Pero…no todos los días son fiesta, y empezó a pasar lo que me temía….Querer y no poder!

Las fuerzas me fallan, el mundo se me hace grande… por suerte no estoy sólo
A partir del km 4 aproximadamente el grupo perseguidor de los dos de arriba, en el que me encontraba, se rompe definitivamente. Empieza el verdadero sufrimiento quedando todo un mundo por delante. Así que me toca regular, bajar un poco la velocidad pero sin dejar marchar a 2 ó 3 corredores que tomo como referencia y con los que me batiría ya hasta la línea de meta.

 DSC7971Desde el momento en que empecé a sufrir, ya tenía en mente los posibles puntos km que le había comentado a mi Sarah para poder ver la carrera. Cuando estás sufriendo, esos ánimos son vitales para no bajar los brazos, para intentar mantener el tipo y hacerte ver que todavía se puede. Y en efecto, la cosa salió a la perfección y en km 5 y 8 aproximadamente me encuentro con las tres “mosquetaveras” dando gritos de ánimo como posesas. Bueno, en realidad no lo recuerdo muy bien de no ser por sus vídeos. Es lo que me fastidia de estos momentos, en los que la gente que te aprecia se molesta por madrugar, por acudir a animarte y tú eres incapaz de dedicarles a penas unas gestos de agradecimiento porque vas concentrado intentando ir al máximo… joder, yo antes molaba! antes tenía más tiempo para estas cosas…Aunque claro, quizás también tenga que ver mucho con la distancia.

En un 10000 se va tan rápido que no te da tiempo a estas cosas, sin embargo una media maratón o una maratón son más agradecidas en este sentido.

Ahhh!Todo termina, es hora de coger aire!
Y entre estos emotivos encuentros, se suceden un montón de grupos de batucadas y charangas. Muy de agradecer la verdad para ir pegando pequeños arreones al ritmo de la música. Una música que sonaba a todo trapo justo en el último km, donde la gente de Nike había preparado algo así como una zona de música que te daba la bienvenida justo antes de girar hacia la línea de meta. Allí, al igual que en el comienzo de la carrera, también estaba Jesús. Intento agradecer todos sus gritos de ánimo, toda su dedicación, con un sprint hasta alcanzar al corredor que va justo delante de mi. Pero el esfuerzo es en balde y las piernas no van. A estas alturas, uno se conoce bastante bien y 1 km puede ser fatal si no vas con fuerzas y te exprimes al principio.
metaRegulo de nuevo, intentando seguir la estela del corredor que me precedía para así evitar que me alcanzasen por atrás. Hay una cosa que no se me olvida y es que detrás mio había dejado a un negrito con una planta digna de todo un campeón olímpico. Y así, me planto en los últimos metros. Aquí no iba a haber sprint final como aquellas otras ocasiones en las que arrasaba todo lo que me quedaba por delante, aquí no sobraba nada de fuerza. Y eso en un 10000, es bueno, es síntoma de que lo has dado todo. Aunque creo que si hubiera regulado mejor y hubiera empezado más suave, podría haber intentado “algo” al final. Pero ya daba igual, en mi interior era consciente de no haber hecho una gran carrera y cuando miro el tiempo del arco de meta mi desilusión se confirma. Pero, ¿que importa ahora? Estoy en Barcelona, tan lejos de casa. En una carrera que desprende grandeza por todos los lados, hecha por y para el corredor. Mientras la música suena y caen papelitos del cielo no puedo más que abrir los brazos y mirar al cielo en el horizonte. Resoplo fuerte y me invade una sensación de tranquilad… por fin! Todo se ha terminado! Supongo que no solo es por la carrera, si no también por el cansancio acumulado que comentaba al principio.

Entré en meta con un tiempo de 31:29 y en el puesto 12º de la General. Sí, está bien. Toda la gente me ha dado la enhorabuena, pero para mi no es suficiente. Se que dentro de estas piernas que mueven el peso de mi conciencia hay mucho más que eso. Sé que no es fácil conseguir lo que he hecho, pero tengo la convicción de que puedo hacerlo mejor. El lugar y el escenario eran inmejorables, pero simplemente, no era el momento, el estado idóneo de forma. Así lo presentía y así fue. Nadie mejor que uno mismo para saber lo que lleva dentro. Pero aunque uno es joven, ya va siendo viejo en esto. Y he aprendido a relativizar muy bien las cosas, a ver la botella medio llena. Y en Barcelona quedaba aún mucho de esta botella por beberme. Al fin y al cabo, como dice el eslogan de la Cursa Bombers….”We Run Barcelona!!”, y yo sólo había corrido 10km.

La otra carrera, más y mejor. No hay marcas, sino momentos y buenos recuerdos
La carrera ha sido grande. La marca personal normal, pero la puesta en escena y el ambiente inmejorables. Y la compañía mejor aún. Jesús hizo de perfecto anfitrión, y al igual que haría un manager con su pupilo me trató como una gran estrella del atletismo. Yo al menos lo sentí así y se lo agradezco enormemente…Si hasta me invitó a las instalaciones del club Sabadell al cual pertenece para disfrutar de una piscina con chorros de agua…. Tengo una gran deuda pendiente con él. Y después como digo, la otra carrera. La de patearse las calles de Barcelona hasta el martes que sería la vuelta. Había que ver todo, rápido y bien. Captar el ambiente de las calles catalanas. E igualmente salió todo a la perfección. Gracias a Sarah por su tiempo y a toda su familia por su hospitalidad, por llevarme a aquellos sitios que no todos llegan a ver, como el Tibidado o el Parque Güell. A Nuria, a Susana, por cenar en su compañía. A Rebeca y a Victor, por darme una vuelta por su nueva ciudad como lo harían por Alaraz o Peñaranda la una y el otro.

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Y volver, volver…volveré!!
Está claro, aquí se acaba un ciclo… pero volverá otro. Es necesario morir para volver a nacer. Perderse un tiempo para retornar con más fuerzas. Llevo poco más de una semana apartado del entrenamiento diario y, son iguales las ganas de volver como la pereza de ponerme a ello. Ahora me doy cuenta que lo “fácil” que me parecía correr al nivel de estos meses atrás, consiguiendo incluso alguna victoria impensables tiempo atrás, no lo era tanto. Y ahora le doy mucho más mérito a toda la constancia y esfuerzo de los entrenamientos que me lo han permitido. Ahora es momento de poner un punto y seguido. Seguido de nuevos retos, seguido de bicicleta, seguido de triatlón, seguido de lo que sea. Seguido por intentar, no volver a ser el que fui, sino mejor. Y si no lo consigo, seguro habrá merecido la pena intentarlo. Volveré…

Aquí, más fotos de la Cursa

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Cronica por Miguel Pérez García

Creo que os debía una crónica sobre mi primera Maratón y lo prometido es obligado.

Los días previos fueron de unos nervios exagerados. Después de tres meses de preparación intensa siguiendo un plan más o menos programado y un mes de control en las comidas para quitarme unos kilitos que mis rodillas agradecerían, no podía permitirme no correr.  Sin embargo, 15 días antes de la carrera, una pulbalgia pudo dar al traste con todo. El martes previo a la carrera “Primi” me dio pemiso para correr pero me avisó que si surgían los dolores debía retirarme para no provocarme una lesión más grave. Parece que las agujas  dieron resultado y eso no fue necesario. Este tío es un fenómeno, de verdad.

El  viernes fui a recoger a mi hermano Manolo. Venía de Edimburgo para correr conmigo nuestra primera maratón. Otro aliciente más que hacía que esta cita fuera algo especial para mí. Como nunca me creía capaz de acabar una maratón, tenía que prepararme física y sobre todo mentalmente. Tenía  que hacer algo que me motivara y sobre todo, que hiciera de esta cita, algo verdaderamente especial para mí.

maratonMiguelSe me ocurrió que podía pedirles una canción a mis amigos, compañeros del trabajo, familia,… No quería que supieran para que serviría, simplemente quería  que fuera una canción que les trajera buenos recuerdos. No me importaba tanto la canción sino a quien identificaba.

Estas cosas ayudan de verdad. Quería tener la obligación de acabar la carrera y había implicado a tanta gente que no podía echarme atrás. Además esta música me traería buenos recuerdos y me ayudaría a sobrellevar los malos momentos que previsiblemente llegarían.

La compañía de mi hermano, las canciones, la prevista ayuda de Ludi los últimos 10 kilómetros y saber que los dos peques estarían esperándome en la llegada serían alicientes suficientes para acabar la carrera. El resto debía hacerlo el entrenamiento, el estudio del recorrido y el control del entusiasmo para no lanzarme a conseguir ningún objetivo de marca. Había que disfrutar de la carrera y acabar con un buen recuerdo, y se daban todas las condiciones para conseguirlo.

Y esta es la historia de mi carrera, de mi primera maratón. Lo demás, apenas tiene importancia, porque me generé tantas expectativas que todo fueron sensaciones positivas: disfruté de los entrenamientos, comprobando mi evolución ascendente día a día. Viví la tensión  y los nervios de la semana previa a la carrera y finalmente disfrute a tope de una carrera que siempre creí inalcanzable para mí.

Cada uno guarda un momento especial en su carrera. Para mí el momento más emocionante se produjo a la salida de la casa de campo. Cuando analizaba el recorrido tenía claro que si salía de la casa de campo con fuerzas (km 32) nada me impediría llegar al final. En ese kilómetro me estaba esperando Ludi y aunque las piernas ya pesaban, yo estaba fresco y con fuerzas para seguir.  Saber que podría acabar me produjo un escalofrío que aún recuerdo. El otro momento fue a la entrada a El Retiro. Allí estaban Lucía y Roberto dispuestos a correr conmigo los últimos 500 metros. Esto era ya una fiesta. El colofón a un día
para recordar.

Para los que nunca habéis corrido una, tengo que deciros que puede ser algo inolvidable y que no es necesario sufrir al límite para disfrutarla. Sólo deben cumplirse dos requisitos para conseguirlo: una muy buena preparación y sobre todo tener ilusión y motivación para correrla. El ambiente, el recorrido, los ánimos de tus amigos harán el resto.

 ¡¡ANIMO!!

¡¡¡ SOY MARATONIANOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO!!