Madrid09

Madrid09Después de acabar de trabajar el sábado 25 y tras una breve comida a base de hidratos nos dirigimos a la estación de tren rumbo a Madrid. El viaje se me hizo corto pues con móvil en la mano iba recibiendo mensaje continuo de amigos que me decían que todo iba a ir bien, que estuviera tranquila…etc. Vicente Martín me vacilaba diciéndome que como no me recogiese el dorsal alguien me veía corriendo al día siguiente sin él. Tengo que agradecer a Ángel Santiago compañero del club, y Manolo Cuquillo y Andrés que estuviesen haciendo cola y me recogiesen mi dorsal. Pues según leía en las redes sociales a algunos les supuso más horas la recogida del mismo que la propia carrera.

Llegamos a Madrid y tras dejar la mochila en el hotel nos dispusimos a dar un paseo y esperar a los compañeros paseando por la zona.

Cuando por fin nos juntamos todos nos fuimos a cenar tapas típicas por el Barrio de las letras y no precisamente lo mas adecuado para la noche antes de una carrera. Pulpo, patatas bravas pero bravas de verdad que picaban hasta saltarse las lágrimas, tostas, regadas con unas buenas jarras de cerveza para hidratarnos. Y a las 12.30 a la cama.

A las 7 suena el despertador, desayuno en una cafetería de la zona café con leche y tostadas. Se me van los ojos por unos increíbles donuts pero me contengo. La previsión del tiempo no se había equivocado, estaba lloviendo pero con ganas…
Creo que a nadie se le olvidará lo que llovió ese día. Dicen que sólo llueve en Madrid unos 60 días al año y claramente hoy va a ser uno de ellos.

Eso sí llovió para todos los corredores, voluntarios, patinadores y ese público que animaba y daba fuerza con sus gritos a los corredores que en determinados momentos cuando flaqueaban nuestras fuerzas y ya no podíamos más no ayudaba a seguir luchando y seguir zancada tras zancada.

A pesar de la lluvia esas sensaciones de correr 42.195 metros por las calles de Madrid la experiencia aunque dura es inolvidable. ¿ qué le voy a hacer? A mi correr en Madrid me pone mucho.

Nos dirigimos a la salida, nervios, risas gracias a Andrés y sus cosas y ya estamos colocados en el cajón. Que cantidad de gente había, estábamos como sardinas en lata, la salida fue muy lenta corredores por todos los lados esquivando a mucha gente (es lo que tiene salir juntos los de media maratón y maratón) incluso alguna vez tener que subirte a la acera e intentar no meterte en los charcos/ piscinas enormes que encontrábamos a nuestro paso.

Madrid08Y la carrera va avanzando. He perdido a Ángel, Andrés y Manolo. Al llegar a la Puerta del Sol, piso mal y me hago daño en un tobillo, un nutrido grupo de atletas de Málaga me ven mi amago de caerme y quejarme por la torcedura y me aconsejan que no me pare. Eran del club ” ansia viva”, iban cantando, diciendo bobadas, y cosas graciosas y me acomodo a su ritmo escuchando su acento andaluz y risas. Continua lloviendo más fuerte pero el público fiel sigue animando… Como me gusta pasar por ese pasillito en Puerta del Sol con ese público entregado que no para de animar, eso no se puede explicar con palabras… Hay que vivirlo. Los pelos como escarpias se me ponen de recordarlo… Me animó el hermano de Braulio que majo él con la que estaba cayendo.
Bueno ya hemos hecho 21 km ahora solo quedan otros 21 e iremos restando para engañar nuestra cabeza. Miro el reloj y veo que voy mas lenta de lo que debía pero la lluvia apenas me deja ver. En la zona del estadio Vicente Calderón veo a Manolo Vivas del camino Peñaranda y me anima un montón. Muchas gracias Manolo no sabes lo bien que me vino. Mi pensamiento es llegar a la Casa de Campo. Allí espero encontrarme a alguien que me animara o me acompañara algunos km pues el año pasado allí me dio un pequeño bajón y creo que será un buen punto para recibir un buen estímulo y tirar ” pa lante” pero… ¡ no veo a nadie!
Hay poca gente y animación no me extraña con la que esta cayendo!
Bueno no me desanimo habrá que seguir me digo. Mis piernas van calientes aunque pesadas y voy calada hasta los huesos. Noto como mis muslos rozan y me va haciendo heridas. Afortunadamente veo una patinadora con vaselina y me unto.
Último tramo hacia Retiro. Qué largo y que duro se me hace esto. Cuando llego al km 40 pienso: el maratón ya está hecho. Solo son 2 km! Pero las piernas ya se resienten del cansancio acumulado de correr 4 horas.
Entro en el retiro y como el año pasado paso por varios arcos y no veo el reloj, mis gafas empañadas y caladas no me dejan ver el objetivo de hacer 4 h se fue ya hace rato.
No me quejaré pues km atrás he visto a gente parada, retirada, estirando, con calambres… Y yo aún puedo correr.
Aún tengo fuerzas para esprintar un poco y entrar en meta pisar la alfombra con gana y acabar con una sonrisa.

Que simpática la chica que me puso la medalla. No olvidare sus palabras diciéndome: enhorabuena campeona has acabado la maratón.
Foto de rigor con la medalla y en busca de la salida. Agradecer enormemente a Miguel que tras acabar en 3 horas estar calado y hacerse una ampolla del tamaño de un movil me espero para verme entrar en meta sana y salva. Estamos calados ambos hay unos 10 grados y tenemos mucho frío. Miguel tiene la cara muy pálida y los labios morados. Caminamos unos 25 min para llegar al hotel andando muy despacio apenas podíamos hablar del frío que teníamos. Ha sido un día duro por las condiciones meteorológicas pero estoy contenta por poder acabar otra maratón. Y van 4. Suma y sigue.

 

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