Luis Noriega: 

¡ENHORABUENA, MACOTERA!
Perdonadme el allanamiento de morada, pues no soy miembro del club. Me
apetecía, sin embargo, enviaros mi crónica sobre el reciente Campeonato de España de
Maratón 2019 en Ciudad Real, que he tenido ocasión de vivir de cerca con varios colegas
de vuestro club.
Acudimos mi mujer y yo como plan de fin de semana a propuesta de nuestros
amigos José Manuel y Paloma, padres de Dani Ayuso, con quienes hemos compartido
tantas carreras y viajes a lo largo de ya muchos años. Es el turimo deportivo que tanto
he echado de menos en los últimos años. Soy corredor pre-jubilado (y sin pensión) y
desde que lo dejé, por una lesión traicionera, me como los codos de ‘ansia viva’ y corro
imaginariamente con Dani (nunca hubiera soñado correr tanto), rememorando las veces
que lo hicimos juntos en sus inicios. José Manuel me contó el reto del Macotera de
competir por equipos en el Campeonato de España y me apetecía mucho poder ser
testigo de primera fila. Además, y por si fuera poco aliciente, me tentó a participar en la
carrera de 10 kms, proposición tan indecente (aun estoy con el ‘mono’) como
irrechazable. Después de 5 años apenas sin correr (bueno sí, la Sanrocada 2018, otra
tentación a la que sucumbí, que saboreé como un buen puro para el que ha dejado de
fumar), y con mis limitaciones actuales, me puse a entrenar con fruición, como si me
fuera la vida en ello (y me va). Volvía a sentir esa especial ilusión por participar en una
carrera, el acicate de esa fecha en el horizonte y ya allí esa incomparable emoción de los
previos y la salida, el resonar rítmico y vibrante de tantas zapatillas en carrera, el
encuentro metafísico con uno mismo y con los demás, … ¡qué os voy a contar que no
sepáis!
En mis años de corredor había visto muchas veces a Jorge y ‘los Bueno’ (los
buenos), en los prolegómenos, o desde la distancia del pelotón (mas bien cuando nos
cruzábamos en algún punto con la cabeza), ganando carreras, copando clasificaciones o
recogiendo trofeos, con esa sana admiración que se profesa a los cracks populares, a los
que se siente más próximos, por lo meritorio que es entrenar tan duro y conseguir tan
alto rendimiento compaginando vida laboral, familiar, etc. El caso se me hizo entre
curioso y extraño encontrármelos tan cerca, cuando el sábado aparecieron por la
cafetería del hotel. Era una situación un tanto paradójica, porque a mí me resultaban
muy familiares pero ellos, lógicamente, no me conocían. Antes de eso ya tuve el gusto, y
lo fue de verdad, de conocer a Remi (¡qué buen tipo!), y enseguida también a Gaby, otro
caso no menos loable de patrocinador entregado tan generosamente a la causa, que la
hace posible y que además baja al ruedo y convive como uno más. La relación fluyó
enseguida y todo el fin de semana fue un privilegio poder ser testigo de cómo se
preparan y viven un evento tan esperado y disfrutar de su sencillez, cercanía y
cordialidad. Entiendo el sinsabor (putada, permitidme, para ser más precisos) de que en
vísperas suspendieran la clasificación por equipos por no haber ninguno más que el
nuestro-vuestro dispuesto a dar la cara. Una injusticia del tamaño de nuestras
catedrales, pues es como si dijeran que Kipchoge no ha corrido por debajo de 2 horas
porque nadie ha competido con él (otra cuestión es que la marca no se homologue).
Por la tarde fuimos a recoger los dorsales, dar un paseo por Ciudad Real y
acudimos al acto de presentación de la carrera. Nuestros atletas ‘vips’ se marcharon
después a cenar (pasta, pasta, que no money) y descansar. El resto, con menos
necesidad de reposo e hidratos, nos quedamos en el ‘vino español’ que ofrecía la
organización, y acertamos, porque volvimos más que cenados (también mojados, porque
llevamos la lluvia a La Mancha, nos van considerar talismán los agropecuarios de la
zona; en realidad, el regreso al hotel fue ya casi el calentamiento de la carrera).
El día D, y tras cumplir nuestro trámite de 10 kms con no poca honra (gracias a
que José Manuel me hizo de impagable liebre, doping humano de primera clase, de casta
le viene al galgo Dani), nos dispusimos a vivir con entusiasmo el desarrollo de la
Maratón, con más pasión si cabe cuando vimos que los nuestros iban en el pelotón de
cabeza y podrían dar el pelotazo de tocar chapa. Era una estampa hermosa ver tres
morados tan arriba, en todo un Campeonato de España, peleando de tú a tú con otro
puñado de elegidos (el insigne Villalobos incluido). La emoción fue en aumento cuando
supimos que en la parte final habían enganchado al grupo de cabeza y se iban a repartir
el bacalao un grupo de 7-8, entre los que estaban los 3 nuestros, confiando con que Jorge
recuperara el mínimo terreno cedido poco antes del 30. Fue emocionante atisbar desde
las gradas el punto de acceso al estadio, con la incertidumbre de no saber en qué orden
irían apareciendo. Confieso que nos dio un poco de bajón ver llegar al tercero, pero
enseguida vimos a Rober, cuarto, y rápidamente remontamos el ánimo al valorar el
enorme éxito que suponía; después llegaron Juan, sexto, y Jorge, octavo, lo que mejoraba
sus expectativas iniciales (hasta al africano se merendaron, sin saber como). Pensadlo
bien, 4º, 6º y 8º de un Campeonato de España de una prueba tan prestigiosa como el
Maratón, tres afanosos corredores de un equipo de un pueblo de 1000 habitantes,
¿alguien lo hubiera soñado hace tiempo? Creo que, aun con el inevitable pesar por no
recibir el galardón formal del merecidísimo triunfo por equipos, a nadie nos importó eso
porque sentimos que lo habían logrado y nadie se lo podía arrebatar de sus adentros,
que al final es lo que cuenta (sí, ya sé que lo de campeones morales, o virtuales, está
subestimado). A mí nada me cambia subir a un pódium o traer un trofeo a la vitrina,
aunque entiendo que hubiera sido lo ideal y justo. La hazaña es la misma, y ahí está,
incluso para el que no la quiera ver.
En la entrega de trofeos, penosamente desolada para un campeonato al que se le
suponía mayor realce, pudimos disfrutar de verlos subidos en el pódium, Jorge y
Roberto, campeones de sus categorías, Juan 2º de la suya y Dani 3º en el 10 Kms. Fue el
mejor y más merecido final para una mañana verdaderamente triunfal. Para nosotros los
tres son maratonianos de oro.
La comida en grupo completo (contando las sufridas acompañantes y los
‘madrileños’ José y Gabriel, que también se acercaron a participar y animar) sirvió de
estupendo remate de la jornada. Allí departimos apaciblemente sobre la carrera y otras
andanzas, en ambiente jovial y bien avenido. Y tras la foto de rigor que me quería llevar
de recuerdo, despedida afectuosa y viaje de vuelta al maratón de la vida (todos somos
maratonianos).
Este fin de semana he disfrutado, a pequeñas dosis, de esos pequeños placeres de
la vida, tan valiosos. Creo que la felicidad, lejos de conquistar algo lejano y deslumbrante,
no es otra cosa que la suma de muchos de ellos.
Ya en Salamanca, me ha parecido lamentable la poca repercusión que la proeza ha
tenido en prensa. Solo he visto una pequeña reseña en El Norte de Castilla y nada en
otros periódicos digitales ni en alguno de los programas de radio deportivos que he
escuchado. Me parece penoso, y muy representativo del desorden de valores que
tenemos, que cualquier categoría de fútbol o acontecimiento menor, tengan el reflejo
que no le dan a un acontecimiento tan destacado de unos deportistas con mayúsculas,
que llevan el nombre de Macotera y Salamanca por tantos lugares. Deprime un poco que
no se ensalce el esfuerzo callado y nos empapemos del ruido de masas. En fin, es lo que
hay, pero conste en acta mi lamento.
Ha sido un placer conocerles a todos, los ‘élite’ y los populares y compartir esas
escasas 24 horas. Felicito al Club Atletismo Macotera por su ejemplo para el deporte,
por su capacidad para promoverlo, dando cabida a tantos corredores y seguidores.
Podéis estar orgullosos de vuestro club y del pueblo al que representáis. Con vuestro
esfuerzo y lealtad al atletismo habéis puesto Macotera en el mapa.
Os cuento, para terminar, una anécdota que representa hasta que punto lleváis el
morado (y los valores que representa) por el mundo. En el Maratón de Oporto 2011,
penando allá por el Km. 30, en pleno trance por un dolor de flato, vi pasar el reflejo
morado de un corredor de Macotera. También Dani y yo nos encontramos otro durante
el calentamiento de la Behobia. Bueno, no descubro nada nuevo, toda carrera que se
precie debe contar con un ‘morado’ en su lista de salida. Desde entonces, para
dormirme cuento ‘morados’, en vez de ovejas, y presiento que al morirme, en lugar de
ver la luz al final del túnel, veré venir a un ‘morado’ con alas a mi encuentro para
llevarme al más allá. Y yo, con un ‘morado’, voy donde sea.
Seguíos poniendo morados. Gracias a todos.
Luis Noriega Villafañe (lnoriega@usal.es)

Clasificación:

Manolo Jiménez: Esta mañana con pocas ganas de correr ya tenía decidido que hacía la media de Santa marta, aunque todavía tenía secuelas en los cuádriceps del Camino de Santiago, me dolían y los tenían bastante pesados, había que tirar para adelante. Comencé con 4:40 y he acabado con 5:10, creó que con mis cualidades y mi edad esta bastante bien.
Gracias al buen hacer Chamorro, y la ilusión de los fruitis, puedo hacer esto, también gracias a éste club, que no para de hacer cosas.
Muchas gracias y seguir, bueno yo creo que voy a parar esta semana.

Clasificación:

Ana Maria Madrid: Enhorabuena a los maratonianos y a todos por las grandes carreras de este fin de semana!!
Es un placer leeros y seguiros por aquí.
Yo este fin de semana corrí los 10 km de la Bilbao night marathon, tiene una salida desde San Mamés espectacular, os la recomiendo para los que estáis por ahí cerquita, y para todo el que quiera claro.

Mariví Sanchez: Yo al igual que Ana María, hice EDP BILBAO NIGHT MARATHON. CARRERA PIRATA 10KM.
Carrera espectacular con cañones de fuego en salida y fuegos artificiales….fue un espectáculo….junto con las actuaciones en directo que animaban a los corredores….
Aunque parte de la carrera nos respetó la lluvia, los momentos previos y finales fueron pasados por agua…
No faltéis a esta cita otro año,totalmente recomendable …

Clasificación:

Rubén Vicente: 

Para entender esta carrera hay que vivirla , yo la entendí desde el punto de vista del equipo 5 personas que tienen que llegar juntas, 5 desconocidos que nunca habíamos rodado juntos antes, un reto mayor aún si cabe.

Llegamos el viernes noche después de 9 horas de viaje , y el gran tejedor nos daba las últimas arengas y instrucciones antes de dormir objetivo 7 horas .

Despertamos y fuimos hacia Almería y a la entrada del cajón 80 equipos entre ellos gente que se conocía a la perfección el.terreno y que eran una piña, nosotros a lo nuestro a disfrutar del ambiente.

Comenzamos la carrera y desde el minuto 1 se nos caen las previsiones mucho calor entre 27 y 28 grados y empiezan los contratiempos llegamos al km 10 al cuartel de la legión con tiempo perdido , pero para nuestra sorpresa somos el primer equipo, sin duda inesperado pero a lo que a la postre serían los acontecimientos algo normal.

Km 13 primera subida de verdad , subimos andando y un miembro del equipo empieza a agobiarse , tiramos de el hasta el final de la subida en total 600m de desnivel , perdemos puestos , pero llegamos a nuestro terreno, una bajada rapidísima en la que volvimos a la tercera posición , un calor infernal y paisajes desérticos que hacían de la carrera una dureza mental que había que aguantar.

Decidimos ir marcándonos retos pequeños , la cosa se ponía fea para todos se caían todas las previsiones el calor hizo mella en muchos grupos que abandonaban a miembros vomitando por esfuerzos excesivos , nosotros a lo nuestro aunque preocupados por nuestro compañero que iba complicándose su carrera.

Del km 34 al 50 subida , y ahí empezó la verdadera supervivencia , y los cuartos nos pisaban los talones , no nos ponemos nerviosos , nosotros nos faltaba un final que sabíamos que podíamos correr.

Llegamos al 50 empieza la bajada y del 50 al 60 con una bajada técnica nos ponemos en Roquetas de Mar en poco tiempo , los cuartos nos pisan los talones

Km 65 el.compañero que arrastra problemas desde el km 13 no puede más cae al suelo con los gemelos en rompan filas , y aquí es donde la fuerza del equipo le levantó , le quitamos todo , apuramos a darle.un masaje , motivación que solo nosotros sabemos dar , y el coraje le.levanta , el cuarto equipo nos adelanta , mentalmente nos.hundimos pero el futuro nos deparaba un final épico .

Del 65 al 73 los acontecimientos son un sube y baja de emociones , parecía que íbamos a morir en la orilla a falta de 8 km pero nos levantamos y decidimos que hay que luchar hasta el último km , se habían escapado pero seguimos corriendo , y …. En una vuelta de esquina estaban allí , con un miembro sentado en un banco y derrotados , dispersos , no eran un verdadero equipo no supieron.recuperar al compañero, y en un final emocionante en el km 69 entre andar y correr y llevar en volandas a nuestro compañero les.sobrepasamos de nuevo, otro subidón que nos da alas para llegar al 73 en que cruzamos la meta .

Todo lo que viene después solo lo saben los la sufrieron como nosotros, enhorabuena a esas chicas de Macotera vuestro sufrimiento ha sido el mio.

Gracias Macotera por acogerme y espero sea la crónica mi primera crónica de vuestro agrado.