Sábado 6:30 de la mañana, suena el despertador, desayuno, cojo la mochila y voy al metro camino de la Casa de campo. Mientras estaba sentado en mi asiento, empiezo a pensar, que narices haces, pegándome ese madrugón un sábado, “Toño, estás mal de la cabeza”. Como no calculo bien lo que iba a tardar en metro, llego superpronto. Voy tranquilamente hacía la zona donde estaba ubicada la salida. Allí espero a mi primo Miguel Angel y a su mujer Charo, a los que he engañado para que se vengan a la carrera. Al rato aparece también Roberto y vamos a la zona de entrega de dorsales.
Aquí, me gustaría hacer una “crítica constructiva” a la organización. La verdad es que parece feo hacer críticas, cuando la carrera es por una buena causa, pero creo que a los organizadores de carreras no reparan en cosas que pueden ser más fáciles de solventar. No puede ser que cuando te apuntes a la carrera, el sistema te asigne automáticamente el dorsal, algo que me pareció genial, y que cuando llegues a la fila de tu dorsal, el pobre voluntario, tenga una lista con todos los participantes, que para más inri, comparte con otros 3 voluntarios y que para colmo está ordenada por apellidos y no por dorsales, Obviamente la organización tuvo que retrasar la hora de comienzo.
Después de dejar las mochilas, mi primo y yo nos vamos a calentar un poco por el circuito, después de rechazar la oferta de hacerlo junto con Roberto. Ya me conozco yo los “suaves” calentamientos de Roberto, je je je.
Volvemos a la zona de salida y tras el mencionado retraso salimos los corredores que hicimos la carrera de 10 kms. Aquí voy a hacer otra pequeña advertencia a la organización. En una carrera en la que participa bastante gente en silla de ruedas no es normal que haya un tramo con una subida bastante pronunciada, por un camino de tierra y gravilla, ya que, pude comprobar personalmente, como gente era incapaz de impulsarse, debido a que las ruedas de sus sillas derrapaban con la gravilla, he incluso ver como una de las personas que iba en silla volcó, al engancharse una rueda con una piedra.
En cuanto a la carrera, después de estar 3 meses totalmente parado por una puñetera tendinitis en la rodilla, sabía que se me iba a hacer un poco dura. Los primeros kms, picaban hacia arriba y había dos cuestas bastantes durillas. En esta primera parte, me sentía muy bien. Todavía no sé muy bien el motivo, pero se me da mejor subir que bajar. El último tramo de subida terminaba justo en el km 6 y aquí pensé que Roberto ya tendría que haber conseguido dejar atrás a sus rivales, porque los últimos 4 kms eras en descenso y sería más complicado descolgar a nadie. Y ese descenso fue cuando llegó mi calvario personal, joer que mal se me da bajar, mira que soy pésimo bajando. Tengo que reconocer que lo pasé fatal. Para colmo, notaba como me adelantaba, hasta las abuelillas con bastón, es broma, no llevaban bastón. Los dos últimos kms ya sólo pude apretar los dientes e intentar seguir a Miguel Angel como buenamente pude.
Por fin la línea de meta, Vea a Charo, que había hecho el recorrido de 2,3km, y me dice que ha ganado Roberto, genial!!!. Nos ponemos ropa seca y nos acercamos a la zona de podio para poder ver a Roberto. Unas fotos con el campeón, y también con nuestro amigo Shinichi, este tío es la caña, está en todos los lados!!!.
Para terminar la crónica, quiero hacer una reflexión sobre Roberto. Este chico cada día me sorprende más. No sé si en las fotos se podrá apreciar, pero no os podéis imaginar cómo le brillaban los ojos y que cara de felicidad tenía. Por lo que nos contó le había sido imposible descolgar a sus rivales y sólo, en un ataque suicida cuando quedaban 400 metros, consiguió soltarse de sus perseguidores. Según nos lo contaba, yo pensaba, “¿cómo un tío que ha ganado carreras mucho más importantes que ésta, puede estar tan emocionado?”. Yo tengo una teoría, y es que es super-humilde y super-luchador. Aunque lo mejor de todo, es que en este club la gente es así. Humilde y luchadora. Da gusto formar parte de un grupo de gente tan “maja”. De ser parte de una gran familia.
Un saludo. Toño
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