villoruela

Crónica por Juan Bueno Losada “Colorao”

Un verano en la mochila

Aunque aún queda verano, incluso mucho si tenemos en cuenta los “veranillos” que quedan por venir, para mi ya terminó exactamente el día que empecé a trabajar de nuevo en horario de jornada completa. ¿¿Como quitarme esta pena??…Rock suave, Rock clásico… (Dire Straits-Lady Writter). Atrás un gran verano, que diría que pasó demasiado rápido pero bien aprovechado. Esto no quiere decir que lo rápido sea siempre aprovechado, sino más bien lo contrario. Es aprovechar las cosas al máximo lo que hace de esos momentos tan fugaces y tan especiales.

Y en medio de esta parafernalia, me metí a hacer kilómetros durante todo Julio. Después del parón activo de Junio haciendo bici, triatlones y demás, había que volver un poco a la rutina atlética, pero la verdad que estos meses pueden llegar a ser lo peor para entrenar. El calor, de partida, te desanima bastante y aunque empecé con ganas, acabé Julio no muy motivado, movido sólo por el aliciente de hacer un buen papel en la San Rocada.

Villoruela, un comienzo ilusionante

La primera carrera en la que participé fue la de Villoruela. Un año más, tocaba defender la victoria de la anterior y esta vez con el nº1. Yo para estas cosas sigo siendo como un niño y llevar el 1 como reconocimiento me hizo muchísima ilusión. Aunque no estaba muy rodado llegaba con muchas ganas, pero esta vez no iba a ser fácil. Allí, entre otros estaban Antonio Cuadrado y Alberto Mangas, lo que significaba que iba a haber que sufrir.

villoruelaLa carrera empezó lenta y entonces sentí la responsabilidad de ese nº 1 que llevaba, así que me encargué de tensar un poco la carrera y como dicen en ciclismo “ponerle el cascabel al gato”. No hubo sorpresas, los tres más fuertes nos quedamos en el grupo de cabeza y entonces bajé el ritmo para que fueran ellos quienes también llevaran el peso. La carrera de 9 km (creo) a un circuito de 3 vueltas tuvo la iniciativa en diferentes puntos por parte de los tres, lo cual siempre es más emocionante.

En la última vuelta Cuadrado empezó a tensar y Mangas se empezó a quedar un poco. Yo aproveché el momento para tirar un poco más fuerte y descolgarle definitivamente. Y así fue, la lucha se quedaba entre Antonio y yo una vez más. Le dejé la iniciativa a él, pero viendo que tenía fuerzas y que posiblemente al final él estuviera más fuerte, me dije a mi mismo que si tenía que perder el nº 1 lo iba a perder habiendo hecho todo lo posible. Así que puse un ritmo fuerte, todo lo fuerte que podía para aguantar los 2 últimos km. Antonio se descolgó un poco, pero aún lo sentía detrás mío. A medida que pasaban los km me iba quedando sin fuelle, pero aún tenía fondo. Algo me decía que Antonio estaba jugando conmigo e hizo el típico truco de “dejarme unos metros”. Pero aunque era consciente de ello, había hecho mi apuesta y puesto que era probable que la perdiera de cualquier forma, decidí seguir a tope hasta al final. Pero ¡¡”loco” de mí!! en los últimos 400 metros, al entrar en el campo de fútbol, definitivamente me quedé vacío y Antonio, que ya venía a darme el último hachazo, me dejó clavado sin poder hacer nada. (Track de la carrera)

Ese día me fui a casa más contento que unas castañuelas. Había perdido el 1, pero dando espectáculo, como hacen los mejores. Todo el mundo coincidía en la gran carrera que habíamos ofrecido los tres de arriba.

El Arenal, test de forma

elArenalDespués de Villoruela, sentía que tenía mucho margen de mejora. Si lo había hecho tan bien sin casi rodaje, es que aún podía hacerlo mucho mejor. Sin embargo, nada más lejos de la realidad… Entrenar me costaba mucho y me encontraba bastante cansado, seguramente por el calor. No digo que no me apeteciese rodar un poquillo… pero meterme unas series… ¡ni de coña! Pero había una gran carrera pendiente a la cual no podía evitar acudir, la San Rocada. Esa gran carrera de la que soy juez y parte y además ante mi gente, ante la que siempre tienes que dar más si cabe para demostrar lo que vales… Así que, en momentos de bajón, me ponía algún vídeo de la San Rocada y ¡venga!, otra vez como un tonto con los ánimos por las nubes!

Otra carrera de esta preparación fue la del Arenal(Track de la carrera), en la sierra de Gredos en la que pude participar con mi hermano. Allí también estuvieron presentes los hermanos Nuñez, siendo uno de ellos el que fuera mi rival en la Media Maratón de Salamanca. Aunque está vez me dejó bastante atrás e incluso mi hermano me sacó más de un minuto. Me alegré mucho por él, se le veía muy fuerte y con muchas ganas para la San Rocada, pero era un síntoma de que no estaba bien. “Demasiadas cervezas”, pensé. Aunque ésta siempre es la excusa fácil, la excusa de siempre que no es tal por ser evitable.

San Rocada, por fín la gran cita

Y llegó la San Rocada. Durante todo el mes no había estado nada motivado entrenando, pero la última semana me había convencido de que el entrenamiento daría sus frutos y que podía luchar de nuevo por la carrera. Era imposible no pensar a diario en los preparativos, en los flecos pendientes. En cada detalle de última hora que nos iban surgiendo para hacer de nuestra carrera la mejor. Y es que, a veces, si no piensas en grande, te quedas pequeño. 

Ese día es muy especial, es el gran momento después de tanto tiempo y te das cuenta que sin un gran equipo de gente detrás, de amigos, de voluntarios, todo lo trabajado resultaría inútil. Eso si, todo bajo un control perfectamente llevado por Juan Antonio “Falogo”. Faltaría media hora para el comienzo de la carrera cuando nos pudimos cambiar. Aquello significaba cambiar el chip y confiar en que nada fallara en la organización(de la que formaba parte minutos atrás) y, sobre todo, la respuesta del público que tanto habíamos intentado movilizar para la carrera los días previos. La puesta en escena de la salida, estaba saliendo genial. Por ahora nada fallaba… pero en esos momentos no se disfruta tanto. Uno está ahí pendiente de las caras de la gente, de si les gustaba o no lo que habíamos preparado…(¡ahora lo veo una y otra vez grabado y disfruto como un enano!). Y al grito al unísono de los corredores acompañando la cuenta atrás se da la salida. 

sanRocadaSantana1Primeros 500 metros y mi hermano intenta dar la sorpresa e irse del grupo de cabeza. Lo consigue. Ya me dijo que estaba super animado y que le daba igual que no le saliera su apuesta. Detrás suyo, la estrella de la tarde… Juan Antonio Cuadrillero. Un tío con una planta, un estilo impresionante que habíamos invitado entre Falogo y yo movidos por la creciente competencia de carreras ese mismo día. ¿Desluciría el espectáculo de la carrera? Para nada. Al final nos salió bien la jugada y, aunque ganó sobrado, la gente quedó muy contenta por ver correr a un tío de ese nivel y porque en la pugna por el resto de puestos de honor se mantuvo la emoción hasta el final.

Detrás de Cuadrillero y mi hermano, quedamos un grupo de tres: Cuadrado, el madrileño Roberto Alvarez y un servidor. Ambos le dejamos trabajar a Cuadrado dejándole todo el peso. Yo tenía a mi hermano arriba con Cuadrillero y que consiguiera entrar en el podium era un gran éxito para el equipo. Aunque ya en la primera vuelta no me notaba nada agusto. En esos primeros compases en los que se suele ir rápido pero uno va diesel, yo ya me encontraba pasado de revoluciones. La verdad, que sufrí mucho durante toda la carrera y es que se corrió muy rápido(hice 40′ menos que el año anterior). 

sanRocadaSantanaPor adelante, Cuadrillero incrementó el ritmo y dejó atrás a mi hermano, que pronto sería alcanzado por nosotros tres. En ese momento, y como de una táctica de equipo se tratase, me animo a atacar e intento marcharme, pero no tengo fuerzas y pronto me dejo de nuevo coger. A partir de ahí, aguanté una vuelta más a regañadientes con Cuadrado y Álvarez en una pugna por el segundo puesto. Cuadrillero estaba ya muy lejos. En cuanto Cuadrado subió de marcha me sacó del punto y me quedé a la primera. Nuestras fuerzas esta vez no estaban tan igualadas como en Villoruela y era evidente que él había dado un salto de calidad. Lo que me extrañó más fue que Álvarez pudiera seguirlo, lo había subestimado. Y no solo eso, sino que al final logró dejar a Cuadrado en la recta de meta en un sprint similar al que el año pasado me dio la victoria. Al final, a unos 20 segundos, llegué desfallecido a meta en 4ª posición, con mi hermano detrás que había hecho un carrerón. De no haber estado lesionado después de la carrera del Arenal, estoy seguro que hubiera entrado antes que yo. (Track de la carrera)

laCuadrillaDeJuan


De nuevo había perdido el número 1 que lucía en mi dorsal, pero a diferencia que en Villoruela de forma más dolorosa. Sentía que no había respondido a las expectativas, que no había tenido oportunidad de mostrar mis cartas. Pero el nivel había sido muy alto y eso era razón suficiente para estar orgulloso no tanto de mi, sino de la carrera, nuestra Carrera. Habíamos conseguido tener prácticamente, quitando la San Silvestre Salmantina, el nivel más alto de las carreras de la provincia. Y todo el pueblo que aún seguía con sus ánimos, con su música, con sus pancartas, con cada uno de sus gestos al corredor (No se me olvida el puesto de agua de fuente del carril de Antonio “el Corto”), hacían vibrar al resto de corredores para que no olvidaran nunca su paso por Macotera.

El final del Verano llegó, y tu partirás…

Y con la San Rocada se cerró un ciclo atlético, que dio paso a dos semanas de vacaciones. Ahora en septiembre, está en mente del equipo participar en el Campeonato de España de Media Maratón en Tordesillas, así que me ha tocado ponerme las pilas. Va a ser muy difícil que esté a mi máximo nivel, pero ya llevo 15 días entrenando a tope para poder llegar lo mejor posible el 22 de Septiembre. Es un plan de entrenamiento un poco raro, porque mi hermano y yo, basándonos en todo el entrenamiento de julio, y a pesar del parón post-San Rocada, hemos dado por hecho que tengo una buena base. Así que he empezado de golpe a hacer entrenamientos con cambios de ritmos que se van hasta las 20km en muchas ocasiones. La primera semana me daba miedo, pero parece que no lo he asimilado nada mal. En cuanto a las series, se están centrando sobre todo en las cortas y sorprendentemente me estoy sintiendo bien. De todas formas, Tordesillas será una gran experiencia, como no puede ser menos el correr con los mejores corredores de fondo de España. 

Y después de la Media de Tordesillas, está la Media Maratón de Babilafuente. Aún no tengo decidido si correré, depende de cómo termine en Tordesillas. Pero tengo ganas y confío en aprovechar la forma que, a buen seguro, irá a más. Y en Octubre, seguro que me planteo otra media para hacerla a tope, como puede ser la Nocturna de Bilbao, antes de preparar el 10000 de Valencia, en Noviembre, que de paso al largo invierno. 


 

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