11ª Carrera Popular “San Rocada”
Macotera, (Salamanca) Sábado 10-08-2019
Miguel Ángel Caballo :
El corazón de un pueblo al ritmo de tus piernas
“Quizá sea buen momento para escribir crónica, y quizá sea bueno también comenzar con el lema de la San Rocada. Corazón porque es sentimiento y pasión, porque es energía y es fuerza, porque con el paso de los años se ha ganado un sitio esencial en el centro de Macotera, que llena sus calles de corredores y gente de todas las edades animando como en ningún otro lugar. Ritmo porque es el movimiento de tus piernas con cadencia y armonía, porque es equilibrio y es regularidad, porque es la música que guía nuestros pasos. Tan cierto es que para gustos hay colores, como también hay canciones. Ahí va con dedicatoria la banda sonora de mi San Rocada 2019, y las letras que hago mías, aún a riesgo de extraer las frases de contexto y que la canción original quisiera transmitir otro mensaje. Quizá. Km 0, línea de salida. Suena “La charrá”, al ritmo que marca la dulzaina de Víctor y los músicos de Adobe. No tiene letra, pero no le hace falta. Si eres de Macotera y alguna vez la escuchaste cuando estabas lejos, sabrás de qué te hablo. Sentimiento y pasión. Dedicada al club de Atletismo Macotera Persianas Ruano, que no es un ente impersonal, que son personas con mucha ilusión y muchas ganas de mejorar cada edición, y a todos aquellos que hacen posible que esté disponible ese kilómetro 0, esa línea de salida, preparada para su cita anual. Km 2.963, primera vuelta. Suena “Porque las cosas cambian”, al ritmo de Enrique Bunbury con Carla Morrison. “Porque emprendemos nuevos viajes extraordinarios, porque perdimos el equipaje con nuestras rutinas”. Porque el salir de nuestras rutinas nos hace sentir vivos, porque tener listo y a mano el equipaje nos lleva a emprender nuevos viajes y vivir nuevas aventuras. Porque el atletismo no está hecho sólo para el que se llama Usain o para el que se apellida Hortelano, porque el atletismo no es sólo correr, porque es encontrar nueva gente y compañeros, porque es compartir, porque es organizar una carrera con ilusión, porque es formar parte de una tribu que no dice “jau” pero que habla un mismo idioma y mide las distancias en minutos por kilómetro. Por esos cientos de kilómetros que hemos hecho juntos desde hace ocho años, por salir de las rutinas y emprender un nuevo viaje, primo Toño, ésta va por ti. Km 5.925, segunda vuelta. Suena “Los tesoros imposibles”, al ritmo de Huecco. “He perdido toda la vida buscando el arca perdida, los tesoros imposibles que ha escondido tu sonrisa”. Porque la felicidad está en lo simple, porque no es necesario encontrar los tesoros imposibles o el arca perdida, porque a veces está tan cerca que no nos damos cuenta, porque no es necesario buscar cosas complicadas, porque los gatos no ladran. Por una San Rocada 2019 en compañía, por recorrer juntos las calles de Macotera, primo Javier, ésta va por ti. Km 8.888, tercera y última vuelta. Suena “Je veux”, al ritmo de ZAZ. “Donnez-moi une suite au Ritz, je n’en veux pas! Des bijoux de chez Chanel, je n’en veux pas! Donnez-moi une limousine, j’en ferais quoi? […] Offrez-moi la Tour Eiffel, j’en ferais quoi? […] Je veux d’l’amour, d’la joie, de la bonne humeur. Ce n’est pas votre argent qui f’ra mon bonheur”. “Dame una suite en el Ritz, ¡no la quiero! Joyas de Chanel, ¡no las quiero! Dame una limusina, ¿qué haría con ella? […] Dame la Torre Eiffel, ¿qué haría con ella? […] Quiero amor, alegría, buen humor. No es tu dinero lo que hará mi felicidad”. Porque el mejor regalo que podemos hacer a los niños y los más jóvenes no se compra con dinero, porque lo mejor que pueden recibir es nuestro ejemplo. Porque deporte y atletismo significa una forma de entender la vida, porque no se trata de llegar el primero y sí de entender unos valores que aplican en cualquier ámbito, porque el esfuerzo tiene recompensa, porque la constancia y la dedicación terminan devolviendo una sonrisa, porque intentar superarte día a día es la competición que todos afrontamos cuando amanece, porque no es necesario ser el mejor sino dar lo mejor de nosotros mismos. Marcos, ya has completado tu primera San Rocada con tan solo 2 meses y 1 día. Sé que aún no eres consciente de ello, sé que para ti ha sido una tarde de emociones, de sentir de cerca mucha gente, mucho ruido y alboroto, de estar pendiente de tantas cosas nuevas que te pasaban alrededor. Pero también sé que algún día, cuando puedas ser consciente de ello, te haré un pequeño regalo. Te mostraré una foto para que veas que tú, tu madre y yo estuvimos allí, que esta San Rocada 2019 también tiene un pedacito de ti. Marcos, hijo mío, ésta va por ti. Meta. Suena “Wake me up when September ends”, al ritmo de Green Day. “Summer has come and passed, […] Wake me up when September ends, here comes the rain again, falling from the stars”. “El verano llegó y pasó, […] despiértame cuando termine septiembre, aquí viene la lluvia otra vez, cayendo de las estrellas”. Cuando el tiempo transcurra, cuando lleguen y pasen nuevos veranos, despiértame una tarde de septiembre para ver caer la lluvia a través de los cristales. Muéstrame de nuevo aquella fotografía que despierte mi memoria y me devuelva el olor, las sensaciones y el color, la emoción de aquella San Rocada del 10 de agosto de 2019.”
VIII Carrera La Zarza – Arribes
Zarza de Pumareda, (Salamanca) Domingo 11-08-2019
Ricardo Adrados:
Victoria increíble
” No tenía pensado hacer crónica y menos con la gran San Rocada del sábado, pero a mi edad ganar una carrera es un milagro y no es broma. El sábado la organización de 10 (habrá q pensar un homenaje al organizador) pero a mi el abductor me empezó a doler en la primera vuelta y tuve que bajar ritmo para no retirarme y llegué cojeando y un poco molesto por no haber rendido. Así que fui a La Zarza el domingo sin saber si el abductor me dejaría llegar a meta y encima con varios corredores jóvenes buenos. Así que salí detrás de ellos, adelantándoles hasta quedar dos en cabeza en el km 3, ahí ataqué subiendo y en llano y no me descolgué hasta que en el km 5 le probé bajando y vi por la sombra que le saque 4-5 metros y ya no miré, a tope a meta. Pero lo importante es que me emocioné por ver que tras casi dos años podía volver a ganar y pedí al cielo que no flojease , que aunque fuera mi última victoria quería volver a tener la sensación de llegar primero. Saqué fuerzas de donde no las hay y al llegar al pueblo casi se me doblan las piernas del esfuerzo. Allí la gente me llamaba por mi nombre: “Ricardo” y eso te da un impulso extra. En meta un gran aplauso que no se me olvidará, así como compartir el pódium con otro corredor que acababa de salir de la uvi y que lloró de emoción como yo. Ganar para los que nunca ganamos no se puede describir, quizá por eso lo valoramos mas.”