Media maratón de Guadalajara por Luis Blanco
Amaneció una mañana lluviosa, había estado lloviendo toda la noche, no era torrencial pero si un poco molesta. A las 9 de la mañana había quedado con mi amigo Tomas (un gran atleta y mejor amigo); él iba a correr la Media y yo solo la primera vuelta.
El objetivo: llegar lo mejor posible. El catarro que arrastro iba a ser otro hándicap además de la lluvia, iba con dolor de garganta (sin fiebre). Pero el compromiso es el compromiso y nunca me he “rajao” por un constipado. Así que nos fuimos a por el dorsal y a calentar un poco.
Tomás ya me había avisado que esta carrera es rompepiernas, hay muchas subidas y bajadas pero pensaba que no iba ser para tanto.
Salida: como habitualmente solemos hacer, salimos de los últimos; si la distancia es la misma para todos que mas da salir el último que el primero, no vamos a ganar de ninguna manera, así que de los últimos es mejor porque evitas empujones y pisotones.
Los dos primeros kilómetros las sensaciones son muy buenas, también es posible que favoreciera que el trazado es cuesta abajo y que vamos con mucha gente y esto siempre anima. Cruzamos el centro de Guadalajara y la carrera es muy entretenida, hay gente animando a pesar de la mañana y corremos con mucha soltura.
Tomás ya me va avisando que vaya reservando porque está llegando la cuesta mas grande de la carrera, unos 500 metros con un desnivel aproximado del 5%; desde Mercadona de la plaza Bejanque hasta el barrio del Alamín.
Llegamos a la cuesta y Tomás estaba en lo cierto, empezamos la subida primero un poco tendida pero cada vez mas pronunciada. Empiezo a ceder, a ir mas despacio y a sufrir; curva a la izquierda y afrontamos los últimos 100 metros de la subida con el mayor desnivel, yo solo veía un muro que no sabía si podría superar, pero ahí está mi amigo Tomás, dando ánimos y corriendo a mi paso, se que soy un lastre para él, pero no duda en quedarse conmigo para ayudarme a subir. Hago como siempre que la carrera se pone muy dura, pienso en objetivos cercanos: primero llego a esa farola que esta a 20 metros, cuando estoy ahí, voy a ver si llego a esa persona del paraguas un poco mas adelante y así hasta el final….por fin se termina la cuesta.
Entramos en la zona nueva de Guadalajara (Aguas Vivas), la carrera se pone mas aburrida, avenidas muy largas con subidas y bajadas, poca gente animando….pero superamos esto también, siempre con el ánimo de Tomas.
Afrontamos, por fin, los últimos 3 kms, una avenida muy larga que a estas alturas se me hace eterna, la lluvia no para y las piernas me empiezan a pesar (llevaba una semana sin entrenar por el constipado). Tomás me vuelve a animar, “vamos que ya nos queda poco”, “hasta aquí corres con las piernas, a partir de aquí con la cabeza”, “ya tenemos referencia visual de la meta” y otro montón de palabras de animo. La carrera pica hacia abajo y vemos el estadio de atletismo de Guadalajara, para mí la meta, para Tomás otra vuelta. Justo a la entrada del estadio, Tomás y yo nos separamos, le doy unas palabras de animo y me voy para las dos vueltas que tengo que dar a la pista de atletismo.
Me he venido arriba, estoy exultante, voy a terminar la carrera mejor de lo que yo esperaba, a pesar de la lluvia y del constipado, paso la meta en 1 hora 6 minutos y 41 segundos. No es la mejor marca, pero para mi es una GRAN MARCA, he terminado con muy buenas sensaciones, OBJETIVO CUMPLIDO. Puesto 197 de 223 participantes, para mi un orgullo.
Antes de terminar, tengo que darle las gracias a mi amigo Tomás, se que he sido un lastre para él pero sin él posiblemente no habría hecho la carrera que hice. Sin su ayuda, me habría venido abajo, el animo y los consejos en cada parte de la carrera fueron fundamentales.
La próxima, la San Silvestre de Salamanca….. Objetivo, terminar lo mejor posible y disfrutar de las calles de Salamanca.
Muchas gracias a todos,
Luis
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