XXV Kros Herrikoia

Lasarte, (Guipuzcoa)
Domingo 30-10-22

Clasificación:

Emilio Hernández :

Hola chic@s, veo que no paráis, aumenta la familia y el club. Los que estamos lejos intentamos aportar algo y llevar puesta esta camiseta que por lo menos a mí me da alas. Hago pocas carreras, los años pasan, el precio sube y por aquí abundan las de montaña. Este domingo se disputaba el Kross de Lasarte, es por asfalto pero lo llaman así. Después de dos años sin haber, se notaba en el ambiente que la gente tenía ganas. La temperatura ideal después de semanas agobiantes. Carrera de 10 km, pequeños repechitos, recorrido más por las afueras, pero gran ambiente. Salida suave que me conozco, ritmo bueno, ya habéis visto y paso a paso. Grandes ánimos del pueblo o quién me conoce. Muy contento porque me doy cuenta que aunque salga poco últimamente mantengo forma. Ahora salgo más, toca Maratón este año aquí, me apetece. Intentaré ver y estar con los que vienen. Cualquier cosa o consulta me decís. Me hace ilusión ver gente de Salamanca y del club. Bueno chicos nos vemos, enhorabuena a las maratonianas.

Maratón de Dublín 2022

Dublín (Irlanda)
Sábado 29-10-22

Clasificación:

Ana Madrid:

Aún recuerdo cuando en el mes de marzo me sugirieron la idea de correr una maratón, “¿estáis locos?” pensé. Era algo que siempre me había rondado la cabeza, pero enfrentarme a esos 42,195 km daba vértigo, mucho vértigo. Aún así, la decisión estaba tomada.
Dublín, 30 de octubre de 2022. Esos eran el lugar y la fecha. Por delante casi cuatro meses de preparación coincidiendo con uno de los veranos más cálidos que se recuerdan. Tocaba organizar las vacaciones en función de los primeros entrenamientos, días de series, tiradas largas, renunciar a esas cañas y a algunos excesos… Pero todo empezó a fluir.
Aquella tirada de 15 km en Orio a principios de agosto fue una especie de punto de partida, que tenía un impás en los San Roques. Y llegó la Sanrocada. Después de tres años el pueblo volvió a salir a la calle y yo viví una de las carreras que más he disfrutado.
Y de Macotera a Madrid, vuelta al trabajo y a la rutina diaria, pero con entrenamientos de los de verdad. La carga de kilómetros iba aumentando hasta que llegamos a la tirada de 30. Todo fluía hasta que me golpeó una dosis de realidad: tocaba enfrentarse a las temidas lesiones. Mi rodilla volvió a poblar de dudas mi cabeza… Si me dolía en una tirada de 15, ¿qué no pasaría en la maratón? Pero ya no había tiempo para lamentos. Tenía que convivir con el dolor y seguir entrenando. Y así me planté en Dublín, con una extraña mezcla de ilusión y miedo ante lo desconocido.
La mañana de la carrera era un manojo de nervios, pero fue tomar la salida y los kilómetros convirtieron esos nervios en buenas sensaciones hasta el kilómetro 20. La rodilla no molestaba, las millas pasaban con cierta comodidad… pero a partir de aquel momento el disfrute ya no era tanto. Pensar en lo que faltaba minaba mis fuerzas aunque hasta el 30 todo era controlable. Del 30 al 40 pesaba todo, las piernas estaban cargadas pero por suerte la rodilla me respetaba. Los últimos 2,195 km me enganché a un corredor local que, a pesar de llevar un ritmo superior al mío, puede seguirle, y a su estela, llegué a la meta.

De Dublín me llevo mi primera maratón y el cariño y el aliento de un público maravilloso. Dudo que haya otra maratón con un ambiente tan increíble.

Si esta aventura ha terminado bien se lo debo a Alberto y a Jorge. Ellos me embarcaron en esto y juntos hemos mantenido viva la ilusión hasta cruzar la meta.

Como os dije el otro día, leer vuestras gestas estos meses me daba fuerza para seguir adelante. Y por supuesto, no puedo olvidarme de mi entrenador y grupo de Runners Madrid Río. Ellos también son una parte importante de este camino.

No sé si habrá más maratones, y si las hay, quizá alguna sea más especial. Pero Dublín es única y siempre será la primera.

Ruta de los Lagares Rupestres

San Esteban de la Sierra (Salamanca)
Martes 01-11-22

Clasificación:

Juan Bueno:

Muy buena mañana, para allá fuimos Chuchi y un servidor. Que pena que al final no pudiera venir Efrén. El día de 10, niebla, sol, llovizna… pero sobre todo buen ambiente. Al final segundo, esta vez me ganó un chavalín de 18 años. Y además… ¡Bien ganado! Pero contento, la carrera con sus cuestas pero muy corrible y la organización de 10. El que no ha pillado cacho, ha sido porque no ha querido. Así que nada, a mí me recomendaron no perderme esta carrera. Yo sigo la tradición, espero que al próximo año alguien nuevo del club se anime a conocerla.

Mainova Frankfurt Marathon

Frankfurt (Alemania)
Domingo 30-10-22

Clasificación:

Vicky Martín:

Breve y tardía crónica, pero ahí va.
Una semana y dos días después de correr la Maratón de Frankfurt os puedo asegurar que me dura la sonrisa. Ha habido este último otoño muchos inconvenientes en el día a día y la verdad es que apenas he entrenado (cambio de trabajo, anemia, etc). Esto es una locura, ya lo sé, pero estaba más o menos segura de que mentalmente podría hacerlo y así ha sido. No es por casualidad, sino gracias a los ánimos y entusiasmo de las personas que me rodean: Aurelio, padres, amigos/as y este club maravilloso lleno se buenas vibraciones. En fin, allá que vamos y a eso de las 7 de la mañana empiezan los nervios propios: poco descanso, desayuno atropellado, que no se nos olvide nada…y me empiezo a acordar de que la filosofía de este club es DISFRUTAR y que además NO HAY DOLOR!!. Recuerdo las palabras de dos días antes de Pepa, Juan, Efrén, Gabi, Samuel: disfruta. Y eso me propuse hacer. Hasta el km 15 iba como una moto, música en directo, ánimos por todas partes, cencerros zamoranos cada poco (Aurelio y sus secuaces), y un sinfín de muestras de cariño por desconocidos alemanes que conseguían que correr y sonreír fueran de la mano. La cosa empezó a torcerse porque la anemia da cansancio, así que decidí bajar ritmo con el compromiso de aguantar los 42.195 sin parar, y reservando una postura erguida para los últimos 500 metros y entrar feliz en la meta. Todo iba muy bien, ni muro ni nada, escuchar mi respiración y celebrar cada km, eso era el momento presente. En el km 30 me empezó a doler la rodilla izquierda y cambié la zancada y la pisada, y parece que respetó. Al tiempo, pensé que nadie llega al final de una Maratón sin dolor, y dejé de quejarme. Era lo normal, echar un pulso entre el dolor físico y el aguante mental. Recordé por qué estaba yo ahí y seguí. De ahí en adelante no pensaba en nada, la animación de la calle no me dejaba y sólo había una idea: adelante. No concibes estar en otro sitio en ese momento, no hay más sitios, sólo existe la Maratón y ya en el km 39 ves que es tuya. Los últimos 3 km, maravillosos, pasan a cámara lenta y se quedan para siempre. Así ha sido, Mainova Maratón ya estará siempre conmigo.