18K Los Infiernos y los Arribes

Almaraz de Duero (Zamora)
Domingo 23-04-23

Juan Chamorro:

Carrera Almaraz… Circuito conocido .. carrera muy bonita pero durilla y más si no se está en forma. Pero a ilusión no gana nadie a este equipo…
Salimos Jorge,Javi y un servidor juntos pero Javi se descolgó…Chuchi está a otro nivel…ya en el km 2 empieza una subida larga que te pone en tu sitio. Pero con la compañía de alguien muy especial para mí como es Jorge Criado es más fácil. Controlando los ritmos y ayudándonos uno a otro como nos han enseñado hacemos camino. Con el paso de los km a mi gran compañero le empezaron a pesar tanto es que en el 14 tuvo que pararse( a mí me pasó lo mismo el año pasado) así que continúe intentando mantener el ritmo, algo complicado por el aire. Pero el empujón de ver a la familia….a Chuchi un poco más adelante…me hizo no decaer…y eso que en el 14 empieza el verdadero “infierno”.
Con todo 30″ más que el año pasado perdona muchas mejores sensaciones .
Como broche aperitivo-comida en el ayuntamiento y un día espectacular en todos los sentidos. Demostrando que en este equipo todos sumamos. Cada uno dentro de sus posibilidades pero dando sentido a lo que significa la palabra “equipo”.

Jorge Criado:

Enhorabuena a todos los maratonianos y demás participantes en el fin de semana. Ya es una gozada correr pero sabiendo que todos estáis ahí pues se hace mejor aún.
Hoy en Almaraz, contento de haber estado con todos los compañeros que han ido. Chuchi dando el callo y volviendo por sus fueros y disfrutando de cada zancada, Chamorro como siempre, un reloj suizo y atento de todos, Javi volviendo a correr y ojalá pronto se entone. Por mi parte, hoy ha tocado sufrir, bajar la cabeza y ser algo peleón y ver la parte dura de las carreras. Sin entrenar, poco descanso, con algunas molestias previas, voy para disfrutar de mis compañeros pero ya en el calentamiento todo apuntaba a sufrir. Se levantó mucho aire y como “sólo” son 18 km hacia arriba… Como siempre, me pongo al lado de mi hermano, amigo inseparable para ir entrando poco a poco. Él siempre atento a cada gesto mío, ráfaga de aire… A ratos iba medianamente bien y en otros con molestias continuas en los isquiotibiales y ya en el km 14, en la parte más dura, ya no podía rodar igual. Entonces, prefiero que Chamorro disfrute sin que yo le frene y se vaya hacia adelante. Yo toca parar, trotar, andar y ya en la parte final de esa interminable cuesta, están nuestras familias y sin pensarlo, mi hija mayor se anima a ir conmigo hasta la meta. 3 km durillos pero acompañado por ella que quiere experimentar con este deporte. Entrando en el pueblo, Chamorro nos coge y mejor escoltado no podía estar. Ya en los últimos metros, los ánimos de mi hija y el abrazo final puso la parte dulce a los 18 sufridos kms.
Por ello, orgulloso de haber dado todo lo que tenía dentro (aunque fuera poco) y decir que siempre hay que estar a las duras y a las maduras