Oso hondo, Monika!!! Por Mónica Carabias
Oso hondo, Monika!!!
Y así, llego a mi último reto del año, coronando las vascongadas… Dónde quedó ese sentimiento de lejanía y negación, cada vez que me preguntaba si algún día correría una media… Pues señorita, hiciste 3 este año, y rematas con la Reina de la Corona ” La Behobia”. Meses llenos de entrenos, duros entrenos, bueno, duros y largos entrenos, así mejor sí. Y llega noviembre con el trabajo hecho, así que el viernes 8 nos ponemos rumbo a Zarautz, donde pasaremos un finde inolvidable, en un caserío increíble, con los mejores amaneceres y atardeceres y por supuesto, una compañía única y especial, Jorge, Vanesa, las niñas y Luna, Manu y Nacho, Chamo, Virtu y Gohan, y mi chica, Martina. Juegos de mesa, charlas, risas y muchos nervios que se quedan encima de esa mesa decorada con la bandera de nuestro club. Madrugar y entrenar con esas vistas, abrir los pulmones y respirar aire puro, mirarnos y pensar todos lo mismo “en la q nos hemos metido, que no llueva mañana”… Estiramiento grupal, momentazo tengo q decir, cena y cada uno a rezar a su Santo… Las chicas nos acercan a Behobia, y comienza la aventura. Nos encontramos con Emilio y un amigo, también con Moni y María, y nos encaminamos juntos a su cajón. Les veo alejarse, calentando, y pienso q cuando vuelva a verles, tendré mi carrera terminada yo también … Me queda más de una hora para salir, pero me las apaño, llamadas de ánimo, últimas fotos y a la línea de meta. Paso los primeros 5k , voy muy positiva,y no me he enterado de que empiezo a subir Gaintxurizketa, asique bajo el ritmo para no gastar mucha energía… Y cuando me doy cuenta, ya estoy en el 10. Mi cabeza va genial, y tira de mis piernas como nunca, es la primera vez q me siento así de bien y motivada… Lo aprovecho y me como “casi sin enterarme” la cuesta de “Capuchinos” y me meto en el 16… La cuestecita de “Miracruz” y yo con estos pelos… Pero voy tan bien, que la supero genial y hasta sonrío en todo el recorrido… Vamos, ya está hecho, te quedan 3,y me sorprendo por cómo aprieto y consigo restar segundos a esos últimos kilómetros, (como Chamo me había aconsejado si es que pudiera hacerlo…) Pues claro q se puede, me encuentro muy bien, veo aparecer La Concha a mi derecha, y sé que mi mayor premio está esperandome para darme la mano y cruzar esa meta. Ahí la veo, con su sonrisa y ese silbato q se colgó a primera hora de la mañana para animar a mamá!!! Me mira, y yo no sé expresar lo q siento, pero es enorme, precioso y su fuerza y ganas me dan ese último respiro. Lo conseguimos!!! Me abraza y me cuelga mi medalla!!!! Todo es emoción, lágrimas, sonrisas y porqué estoy tan nerviosa?? Veo a los chicos, nos fundimos juntos en un abrazo, pero necesito el suyo, bien fuerte, y le abrazo. Sin tí, Chamorro, nada de lo q he vivido y vivo en este mundillo del correr habría sido posible. Me trasmite tanto en ese gesto, que no puedo dejar de llorar, y acabamos todos con pañuelos… No sé cómo acabar esta vivencia q cuento, pero me gustaría compartir un texto que a mí me ayudó muchísimo, y sé que lo hará siempre a partir de ahora :
“Si confío en mi entrenamiento, mi mente estará más relajada el día de la carrera. Para calmarme y concentrarme, me pongo a pensar en lo que estuve haciendo todos los meses previos. Entonces, me siento confiado en el plan” ‘Eliud Kipchoge’
( Y esta también me la voy a tatuar, por supuesto).
Y así, llego a mi último reto del año, coronando las vascongadas… Dónde quedó ese sentimiento de lejanía y negación, cada vez que me preguntaba si algún día correría una media… Pues señorita, hiciste 3 este año, y rematas con la Reina de la Corona ” La Behobia”. Meses llenos de entrenos, duros entrenos, bueno, duros y largos entrenos, así mejor sí. Y llega noviembre con el trabajo hecho, así que el viernes 8 nos ponemos rumbo a Zarautz, donde pasaremos un finde inolvidable, en un caserío increíble, con los mejores amaneceres y atardeceres y por supuesto, una compañía única y especial, Jorge, Vanesa, las niñas y Luna, Manu y Nacho, Chamo, Virtu y Gohan, y mi chica, Martina. Juegos de mesa, charlas, risas y muchos nervios que se quedan encima de esa mesa decorada con la bandera de nuestro club. Madrugar y entrenar con esas vistas, abrir los pulmones y respirar aire puro, mirarnos y pensar todos lo mismo “en la q nos hemos metido, que no llueva mañana”… Estiramiento grupal, momentazo tengo q decir, cena y cada uno a rezar a su Santo… Las chicas nos acercan a Behobia, y comienza la aventura. Nos encontramos con Emilio y un amigo, también con Moni y María, y nos encaminamos juntos a su cajón. Les veo alejarse, calentando, y pienso q cuando vuelva a verles, tendré mi carrera terminada yo también … Me queda más de una hora para salir, pero me las apaño, llamadas de ánimo, últimas fotos y a la línea de meta. Paso los primeros 5k , voy muy positiva,y no me he enterado de que empiezo a subir Gaintxurizketa, asique bajo el ritmo para no gastar mucha energía… Y cuando me doy cuenta, ya estoy en el 10. Mi cabeza va genial, y tira de mis piernas como nunca, es la primera vez q me siento así de bien y motivada… Lo aprovecho y me como “casi sin enterarme” la cuesta de “Capuchinos” y me meto en el 16… La cuestecita de “Miracruz” y yo con estos pelos… Pero voy tan bien, que la supero genial y hasta sonrío en todo el recorrido… Vamos, ya está hecho, te quedan 3,y me sorprendo por cómo aprieto y consigo restar segundos a esos últimos kilómetros, (como Chamo me había aconsejado si es que pudiera hacerlo…) Pues claro q se puede, me encuentro muy bien, veo aparecer La Concha a mi derecha, y sé que mi mayor premio está esperandome para darme la mano y cruzar esa meta. Ahí la veo, con su sonrisa y ese silbato q se colgó a primera hora de la mañana para animar a mamá!!! Me mira, y yo no sé expresar lo q siento, pero es enorme, precioso y su fuerza y ganas me dan ese último respiro. Lo conseguimos!!! Me abraza y me cuelga mi medalla!!!! Todo es emoción, lágrimas, sonrisas y porqué estoy tan nerviosa?? Veo a los chicos, nos fundimos juntos en un abrazo, pero necesito el suyo, bien fuerte, y le abrazo. Sin tí, Chamorro, nada de lo q he vivido y vivo en este mundillo del correr habría sido posible. Me trasmite tanto en ese gesto, que no puedo dejar de llorar, y acabamos todos con pañuelos… No sé cómo acabar esta vivencia q cuento, pero me gustaría compartir un texto que a mí me ayudó muchísimo, y sé que lo hará siempre a partir de ahora :
“Si confío en mi entrenamiento, mi mente estará más relajada el día de la carrera. Para calmarme y concentrarme, me pongo a pensar en lo que estuve haciendo todos los meses previos. Entonces, me siento confiado en el plan” ‘Eliud Kipchoge’
( Y esta también me la voy a tatuar, por supuesto).
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