Alberto

Amanecía con una lluvia fina en Babilafuente pero constante. La gente se preparaba a conciencia con bolsas de plástico, cortavientos e incluso chubasqueros, por la que se venía encima… Y al final la lluvia respetó y sólo cayó al final del recorrido.

AlbertoCoincidimos unos cuantos del club en el calentamiento, pero al final no hubo foto de grupo porque la lluvia dispersó a la gente que no paraba de calentar o buscaba cobijo antes de la salida. Comienzo de la carrera y una vuelta por el pueblo ante los aplausos de los pocos valientes que se atrevieron a salir de sus casas y de los acompañantes de los corredores (entre ellos, mi padre con su cámara en mano).

El recorrido, distinto al del año pasado, me gustó mucho más. La mayor parte del mismo discurre por una carretera estrecha pero bien asfaltada; rodeada de huertas, árboles.. En definitiva, bastante vegetación y colores típicamente otoñales con un cielo nublado y una temperatura bastante buena para correr, incluso en ocasiones apretaba un poco el calor y veías como la gente que salió tan abrigada, se echaba la ropa a la cintura. Salimos un grupo de 7-8 corredores, entre ellos, Manolo y yo, y Gabi, según el tramo, se adelantaba, se dejaba, volvía, le veías delante a 50 metros… Y mientras gozábamos de su compañía, nos deleitaba con anécdotas y peripecias vividas.

Transcurría tranquila la carrera, y decidimos mantener el mismo ritmo, entre 5:15-5:20, lo que nos permitía ir charlando y contándonos peripecias y experiencias en carreras anteriores (por fin conocí al gran Gabi Ruano). A partir del km 14, como suele pasar en casi todas las media maratones, los grupitos que se forman se van deshaciendo y nos quedamos solos Manolo y yo, manteniendo el ritmo y adelantando bastante gente. La verdad que ir acompañado es de agradecer y si encima es de un morado, mucho mejor!! Parecerá una bobada, pero en esos momentos de debilidad, que un compañero te marque el ritmo y en otras se lo marques tú a él es importantísimo, sobre todo, cuando pasas esa distancia aproximada del 14-15, y ves como la gente se va desfondando. Último kilómetro y pequeño repecho que afrontamos con fuerza, haciendo ese último km a 4:45.

Entrada en meta, lloviendo pero feliz, porque sabía que me esperaba Ana con una sonrisa y un paraguas para resguardarme. Tiempo final 1:49’35” y con la sensación de haber podido bajar un poco más el crono, quizá con la disciplina de Falogo en carrera hubiésemos conseguido ese objetivo. De los nuestros, como siempre copando los primeros puestos; Alberto Marcos, Chuchi, Ricardo… Y los demás, más o menos en nuestra línea.

Nos vemos en la Behobia!!!!

0 comentarios

Dejar un comentario

¿Quieres unirte a la conversación?
Siéntete libre de contribuir!

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *