madrid1

 Allá donde se cruzan los caminos,

        donde el mar no se puede concebir,

               donde regresa siempre el fugitivo…
 
   Parafraseando al maestro Sabina allí regresé, a su maratón, después de la mala experiencia de 2010 y tras haber recorrido y conocido otras ciudades con un perfil más cómodo me decidí a correrla.
   Este año afortunadamente han cambiado mucho las cosas de este maratón y todas a mejor. Tras los tristes acontecimientos del pasado año se ha tomado nota poniendo solución a los problemas tanto de ropero como los referidos a su recorrido haciendo todo más cómodo al corredor.
   Mi preparación no fue del todo bien en un principio por ese problema de gemelo que me tuvo parado tres semanas pero a partir de ahí gracias a mi fisio David y a ese plan de entreno del compañero Roberto fueron pasando las semanas y afortunadamente no volvieron los dolores.
Ya estaba ahí el día D y la hora H.
    La mañana amanecía fría aunque el sol asomaba y pronto nos calentaría. Ahí me encontraba yo ante ese nuevo reto, mi quinta maratón. Empecé muy tranquilo, acompañado de Benjamín, un colega del barrio con el que perdí la relación y esta locura de correr nos ha unido de nuevo. En Plaza Castilla me encuentro con Miguel y Toñi, flamante maratoniana del club. Miguel logra hacernos una foto para el recuerdo. Sigo en mi largo caminar por las calles más céntricas de Madrid donde el ánimo sobre todo en Gran Vía, Callao y Calle Mayor es atronador. También las bandas de rock ayudan a crear aún más ambiente. Pasada esta zona céntrica bajamos en dirección a la Casa de Campo, aquí me encuentro con el compañero Miguel Pérez acompañado de un amigo, tras una breve charla nos deseamos suerte para lo que nos queda. Antes de entrar en la Casa de Campo avituallamiento sólido, yo esta vez como un trozo de plátano a ver si el potasio me ayuda a aguantar la parte más difícil. En el km 30 mi compañero de viaje me dice que continúe solo. Aquí me encuentro un poco perdido pero con las fuerzas y el ánimo intactos.
madrid1Llegados al km 32 comienza la parte más dura del recorrido. Aquí recibo los ánimos de Manolo, miembro del club, y a continuación me cruzo con Gabi Vidal dándole un grito de apoyo para encarar la parte final del recorrido en contínua subida por Embajadores, Ronda Valencia hasta llegar a la Glorieta de Atocha. En este punto la organización ha acertado de pleno evitándonos la tan sufrida subida de Alfonso XIII y llevándonos por la senda de la mejor pinacoteca mundial con El Prado a la derecha y El Thyssen a la izquierda, sin olvidarme de la estatua de Neptuno a la que están sacando brillo para celebrar los próximos títulos.
Ya nos encontramos en los últimos 4 kms donde recibo los ánimos de mi hermano que está apostado en el lateral de Castellana. Queda la última subida de la calle Goya y de ahí al Retiro en bajada contínua fui adelantando posiciones entrando en meta esprintando lo que me dejaban las piernas.
   Termino con un crono de 3.45 y lo más importante feliz y entero.
   Tras atravesar la meta coincido con el gran Braulio que hoy defendía los colores del Oasis y tras felicitarnos y hacernos unas fotos entonamos juntos nuestro camino de regreso a casa.
   Como siempre agradecer a mi familia Teresa y Marcos por ayudarme en mi locura y hoy quiero acordarme de manera especial de mi hermana Maribel y de mis primos José Ignacio y Antonio, ellos saben porqué.
   Un saludo a tod@s