Por Manuel García

Acabé cansado, muy cansado, de ello pueden dar fe nuestros compañeros Juan, Gabi ,Roberto y Laura. Si hubiera sido el primero hubiera pensado que no volvería a correr ninguno más, pero como no es la primera vez que me pasa, sabía que tendría que esperar unas horas para recuperarme y verlo todo de manera distinta.

Aunque me apunté a finales de julio y he tenido tiempo más que suficiente para prepararme, la verdad que en ningún momento he estado motivado, ni la preparación ha sido la adecuada para correr una carrera de estas características. A pesar de todo, y a medida que se acercaba la fecha, el gusanillo de correr un maratón hacía que esas sensaciones fuesen cambiando. Por un lado era consciente que mi preparación no era la adecuada pero por otro, había corrido un par de carreras  y tanto las sensaciones como los tiempos no habían sido malos, por lo que pensaba que quizas no saliera tan mal. Con estas dudas me plantaba en la salida.

La estrategia era hacer la primera parte con calma y  según respondiesen las fuerzas mantener esos ritmos o aumentarlos ligeramente. Desde la salida y hasta la primera media, tuve la suerte de contar con la compañia de Gabi, gracias a eso se nos hizo más llevadero. Pronto comprobamos la humedadad del ambiente y lo duro que podría resultar a medida que avanzasen los kilometros. A partir de la primera media y ante las buenas sensaciones, me surgieron las dudas de si seguir manteniendo el ritmo o aumentarlo un poco, opté por lo segundo, pero esa estrategia duraría unos 7 km (km 28), las fuerzas dejaron de acompañar, el calor era fuerte y solo pensaba en llegar al siguiente avituallamiento, nunca he bebido tanto en una carrera. 

Desde el 35 hasta el final, correr 1km parar 1minuto,correr 1km parar 1minuto, los km no pasaban y el cansancio y el calor eran cada vez mayor. Cerca del 40 apareció el bueno de Juan, quien me acompañó durante  medio km, me dijo como habían quedado Roberto (Campeón) y él mismo, después me dejaría e iría a acompañar a Gabi (fué un gran detalle y más, después de las sensaciones contradictorias que tuvo en su carrera). Ya durante el último km la gran afluencia de público y animación hicieron que fuese más llevadero e incluso disfrutase de esos momentos finales.Tiempo final 3:42:55. 

La conclusión que me queda, es que a un maratón tienes que ir muy bien preparado y que aunque las sensaciones sean buenas durante gran parte del mismo, hasta que no llegas al 42 no puedes lanzar las campanas al vuelo. A pesar de todo y aunque sufrí más de lo esperado, me quedo con todos los momentos buenos que rodean  a esta carrera y ya estoy pensando en el de Madrid, donde espero llegar mejor preparado y disfrutarlo más. El maratón no solo ha supuesto correr  42km, sino disfrutar entre compañeros de nuevas experiencias, anecdotas y momentos divertidos. No lo olvidaré y a ver si para el proximo otoño estamos en otro.

 

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