Maratón de Madrid, por Carlos el toledano
MI PRIMER MARATON
Hace aproximadamente un año, acontecían una serie de hechos negativos en mi vida, cómo la muerte de mi abuelo Paco, al que estaba muy unido. Para evadirme, comencé a salir a trotar y liberar la mente(solamente aguantaba 20minutos). Poco a poco, fui encontrando el punto a esto de correr, y me hacia sentir bien, y a su vez, iba mejorando notablemente. Fue entonces, cuando decidí apuntarme a mi primera carrera, de la mano de Javi Ortega. Fue una experiencia tremenda y que sin duda me encanto.
Poco a poco, fui apuntandome a más carreras ,siendo estas más largas, con el único objetivó disfrutar. (15km,20km, Media Maraton…). Ciertamente cada vez me sentía más cómodo y me enganchaba más. Llego un día, tras finalizar una Media Maraton, acompañado por Quique y Juanfran, dos compañeros de batalla habituales en las carreras, me comentaron que estaba preparado para correr una Maraton, a lo que yo hice caso omiso, pues en mi vida pensé que estaría preparado y podría hacer esa tremenda distancia.
Pasaban los días, compartiendo increíbles experiencias con compañeros del Club Atletismo Macotera, equipo que me recibió con los brazos abiertos y mucho cariño y me enseño dos pilares básicos del running, respeto, deportividad y superación. Además de pequeños trucos para ir mejorando en carrera. Finalmente, tras unas conversaciones con mi hermano Agustín, otra persona que me ha ayudado mucho durante este tiempo y con mis amigos Rayco, Alfredo y Joaquín, tres experimentados maratonianos, me hicieron ver que estaba preparado para ello, asique el día de los enamorados (14de Febrero), me inscribí en el Maraton de Madrid, porque había una promoción.
Fue aquí, cuando empece a hacer tiradas largas, y a competir casi todos los fines de semana (se me fue un poco la pinza), y darme cuenta que hacer una maraton es más complicado aún si cabe de lo que pueda parecer inicialmente. Se acercaba el gran día 27Abril y con nervios, pero sobre todo con ilusión y apoyado por familia, amigos y el Dusport Imperil (equipo toledano del que formo parte) y C.A.Macotera (equipo salmantino del que también formo parte), se hacía mucho más fácil, dejándome asesorar por todos aquellos que se ofrecían a hacerlo.
Y llegó la última semana, previa a la carrera. Los nervios eran más que evidentes, tanto así, que pasaba más tiempo en el wc, que corriendo (literal). Y pensaba que sería capaz, pero con muchos nervios y dudas sobre terminarlo. Llego la noche antes, y acudió mi hermano, quien me acompañaría los últimos kms de la carrera y me tranquilizaba un poco. Esa noche dormí en casa de mis queridísimos amigos Juanfran y Marina, que me recibieron, una vez más, con los brazos abiertos y pudimos degustar una cena perfecta, y muy agradable, para acostarnos pronto y afrontar el gran reto al día siguiente.
Amanecía el domingo, a las 7am, y habíamos descansado más de lo que pensábamos inicialmente, pues los nervios pudimos controlarlos, desayunábamos y nos dirigíamos a Cibeles a la salida, donde nos encontraríamos con mi hermano, y otros amigos macoteranos.
Finalmente a las 9.00horas, llego el gran momento. Dio la salida a la carrera, y con muchos nervios nos diríamos hacia el retiro, haciendo previamente 42,194km. Iniciábamos a ritmos muy cómodos,por encima de 5’30” guardando en todo momento para intentar llegar lo mejor posible al temido muro (km30). Los kms iban pasando, y las buenas sensaciones llegando. Pasabamos por Sol,donde nos esperaban mi amigo Javi y familia, para apoyarme y donde miles de personas nos hacían un pasillo increíble y nos arropaban (km18). Continuábamos muy cómodos y en el km22 vimos a mi amigo Juanfran,que nos acompañaría y ejercería de psicólogo para terminar la prueba. Pasábamos por casa de campo, y con ello por el km 30,pero muy concentrados y muy cómodos(sin encontrarnos con el temido muro)En el km 32 se unía mi hermano a nosotros también, para apoyarnos y marcarnos el ritmo en los km finales. Llegados al km 35,deje de hablar y me concentraba para poder terminar, aunque las piernas ya me dolían bastante, y continuábamos subiendo cuestas(fue aquí donde apareció el muro), hasta el km 41,que parecía que descendía un poco. Aquí apretábamos los dientes y pasábamos por la recta final, donde Cris, otra amiga, y Arancha y su madre, me daban los últimos ánimos para llegar a meta con los pelos de punta y lágrimas en los ojos. Al pasar a meta no me lo creía, LO HABÍA CONSEGUIDO, pero no podía ni estirar las piernas, del agotamiento que tenía…
Pasados unos minutos y tras recoger mi merecida medalla y mi mochila en el ropero, me unía a mis dos pilares de la carrera,Mi hermano Agustín y mi gran amigo Juanfran, que sin ellos no hubiera sido posible.
Quería agradecer a todas las personas que se han interesado por mi, familia, mis padres que aunque no pudieron acompañarme a la carrera me han apoyado durante muchas otras y a todo el mundo que me ha apoyado a su manera y que me ha hecho sentirme querido y apoyado en todo momento. La sensación es indescriptible. Quería dar la enhorabuena a todos los participantes d la prueba.
Finalmente pudimos disfrutar de unas cervezas y una buena comida, en buenísima compañía, con mis amigos y familia.
Gracias por todo, y con ganas, aunque en unos días, de comenzar con nuevos retos y hazañas.
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