Fin de Semana por Tierras Gallegas y XL Carreira Pedestre Popular San Martiño 2016

20 11 2016 san martiño falogo

Ya sabéis como es Gabi, de repente te llama un día y te suelta ¿por qué no nos vamos dentro de 10 días a Orense?, hacemos el sábado un recorrido de 30 kilómetros, en modo duatlón que tanto nos gusta, hacemos la carrera popular San Martiño y de paso le damos una sorpresa a Juan. “Gabi, lo tengo que pensar, estoy de obra y ando muy atareado”. “Se lo he dicho a Pepa y si vienes tú está hecho”. Ala, pues nada, así sea, ¿pero no te da lo mismo que vayamos directamente a Orense y corramos el domingo? Cabezón, cabezón. No, hay que hacer el modo duatlón, que no es lo mismo.

Todo en secreto, para que sea sorpresa, con la complicidad de Olalla. El día antes de cerrar inscripciones estamos apuntándonos los tres a la carrera. La idea, ir con la furgoneta para llevar las bicis y dormir en ella. Unos días antes cambio de planes, Gabi, medio lesionado, plantea un pequeño cambio, vamos en coche, el hace el recorrido en bici y Pepa y un servidor nos turnamos, bici, correr, correr, bici y dormir en albergue.

Hasta aquí el planeamiento.

El viernes las 6:30 Gabi y Pepa salen desde Salamanca, yo desde Laguna de Duero. Nos dirigimos a Benavente donde nos reunimos los tres para ya ir juntos el resto del camino. A eso de las 10 de la noche llegamos a Xunqueira de Ambía, un pueblecito precioso donde nos alojamos en un pequeño albergue con mucho encanto, “Casa Tomás”. Me acuerdo del nombre del pueblo porque al día siguiente mientras corría iba repitiendo el nombre constantemente para que no se me olvidara, Pepa se reía porque cuando se acercaba era lo que decía, Xunqueira de Ambía.

Cenamos buenas viandas charras. Buen descanso, levantada sin madrugar demasiado, estupendo desayuno, pequeña visita al pueblo y al tajo que nos esperan 22,5 kilómetros de ruta.

Al principio muy bonito, por caminos y carreteras estrechas, jalonadas de preciosas arboledas inundadas de otoñales colores. El final no tanto, más bien feo, por carreteras principales y polígonos industriales.

En poco más de dos horas nos plantamos en Orense.

Nos alojamos en el Albergue Grelo Hostel. Ducha, comida, risas y a dar una vuelta por la ciudad. Anunciaban lluvia para todo el fin de semana, pero el sábado no nos pudo hacer mejor tiempo, algún pequeño calabobos y poco más. A todo esto, Gabi, siempre en contacto con Olalla para dar la sorpresa a Juan. Se ganó el cielo por lo que tuvo que aguantar, engañando a Juan y haciendo caso a las instrucciones y cambios de planes constantes de Gabi, que hacía de interlocutor. A ver como convences a Juan que los dorsales solamente se pueden recoger el sábado hasta las 8 de la tarde y a las 7 Olalla quería estar, si o si, en las Termas al otro lado de la ciudad. Para más inri llegamos a las Termas de Outariz, donde habíamos quedado, y teníamos que esperar más de hora y media para poder entrar. Nada, que la sorpresa se nos puede ir al garete. Wassap a Olalla, otro cambio de planes.

Vamos a las termas públicas que en 10 minutos están aquí. A medio camino, medio a oscuras, se oye la voz de Juan, “vamos no me jodas, ese que está hablando es falogo” “no puede ser” y esa Pepa, “veníamos hablando tranquilamente”. A Gabi no le conoció pues seguía intentando ponerse en contacto con Olalla, así que la sorpresa nos la llevamos todos.

Saludos, besos, abrazos, risas, emociones… vamos para adelante que hemos venido a meternos en el agua. Por cierto, hasta esta zona llegamos después de un 20 11 2016 san martiño termasrecorrido de 45 minutos en el tren turístico que sale de la plaza mayor y va dejando gente en cada una de las muchas termas repartidas a lo largo del rio Sil a su paso por la capital.

Somos de pueblo y la primera impresión al entrar en la primera piscina, o como se llame, no pudo ser peor, el agua debía de estar a más de 50 grados, quemaba. Suelta Gabi, ahora entiendo cómo se sienten los garbanzos cuando los pongo en la olla para el cocido. Nada, hay que salir e ir al agua fría. Después de un pequeño contratiempo nos metemos en la segunda piscina, esto es otra cosa, aquí baja unos cuantos grados, otra vez a la fría y nos metemos en la tercera. Claro, por eso cuando llegamos estaba más llena y la primera vacía, esto es otra cosa, se está de maravilla, aquí se nos pasa el tiempo volando. Comentarios, chascarrillos, más risas y… hay que recoger que se nos hace tarde.

Vamos hacia el centro y cenamos de tapeo. Pasamos un rato divertido en buena compañía y sana conversación. Como anécdota, en el segundo sitio que entramos alguien pregunta a Pepa, que tenía puesta la camiseta de la carrera, por donde iba el recorrido. “Ni idea, nosotros somos de Salamanca”, “coño, nosotros también somos charros” nos enseñan la página web de la Asociación Salmantina y vemos el escudo de Macotera. “Ese es el escudo de mi pueblo” digo. “Es el pueblo de la mujer de este”, contesta. Su suegro, nos dijo, es Ronquillo y su suegra del motor. Que pequeño es el mundo. Poco después de la 1 nos despedimos de Juan y Olalla y a descansar que al día siguiente tenemos carrera.

Cuando nos levantamos y subimos las persianas estaba lloviendo a cántaros. Bueno, era lo esperado. Llegan Juan y Olalla y todos juntos nos dirigimos hacia la salida. A pesar de la lluvia, mucha gente calentando. Vamos hacia el guardarropa y nos agenciamos unas bolsas de basura a modo de chubasquero. En la salida, cada uno nos colocamos donde nos corresponde. Juan en el cajón de delante, Pepa y yo decidimos ir juntos y nos colocamos un poco más atrás del centro del pelotón. Gabi no quiere arriesgar y se coloca al final, se trata de llegar, mínimo riesgo para no lesionarse más.

20 11 2016 san martiño falogoDel resto contaros que Juan estaba contento con su puesto y su carrera. Después de salir de una lesión 33’ en un 10.000 y un décimo noveno puesto no está mal. Gabi, a su trote cochinero, llega sin novedad en poco más de una hora. En cuanto a Pepa y a mi salimos tranquilos, los dos primeros kilómetros no se podía correr demasiado, pasamos el primero a 7’ 15”, el segundo a 5 y a partir de aquí hasta el kilómetro 5 a 4,50 de media. Esta zona era la más desfavorable, entre el recorrido sube y baja y la cantidad de corredores… el ritmo no está mal. A partir del 5 pasamos el globo de 55’ y en el 7 conseguimos alcanzar al de 50 y pasar. Nos encontrábamos muy bien, Pepa quería mucho más así que los últimos 3 kilómetros a 4:20, 4:10 y el último a volar, mucho tiempo hacía que no veía el 3 en una carrera, a 3:53 así que imaginaros el subidón final. El tiempo no fue para enmarcar 49’17”, tiempo oficial, 48’13” el neto, pero disfrutamos de la carrera, ese era nuestro plan.

Recorrido durillo, constante sube y baja, sobre todo en la media parte inicial y no exenta de alguna cuesta la parte final. A mí me gustó el circuito, también a los demás, tocando todas las partes de la ciudad.

Al final uno se queda con lo principal, correr es la disculpa, lo más importante la compañía y disfrutar y os aseguro que hemos disfrutado de lo lindo estos 2 días. El año que viene repetimos ¿Quién se apunta?

A lo largo de la mañana nos van llegando noticias de otras carreras con gente del Club, todo son buenas noticias. Otro fin de semana de ensueño para el Club Atletismo Macotera Persianas Ruano, con gente corriendo en muchos sitios y distintas distancias. Enhorabuena a todos/as.

Saludos, besos, abrazos y un enorme palante. Nos vemos por los caminos.

 

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