¡¡De un entreno un sueño!! por Mónica Carabias
Lo que iba a ser una tirada larga, se convirtió en mi primera media. Sergio me dejó su dorsal, y así, metiéndome de lleno en el ambiente, me motivaría para acabar el entreno que tocaba, llegar a los 17k!!
Café con los compañeros, hablar y reir, compartir nervios y ganas, pero esta vez sin presión alguna, esta no era mi media, por lo q me hacía relajarme un poco. Nos juntamos todos para la foto, saludos y ánimos por todos los sitios, abrazos y “vamos anímate, que tú la acabas”. Pero yo tenía claro que no me tocaba aún. Me saldría en el puente romano, después del 16, donde estaría Remi y me daría la vuelta, el entreno habría terminado.
Elijo una lista en el spotify con mis canciones favoritas, unas más actuales que otras, pero es que yo soy muy ochentera, y en los entrenos duros, tiro mucho de mi música de “EL Central”. Empezamos con ganas, mirando a toda esa gente que va a luchar por acabar esta media que dicen es tan bonita pero dura. Buen ritmo, sin prisa pero sin pausa, y casi me veo entrando en la plaza más bonita del mundo!! Todo son voces, aplausos y es que es imposible no emocionarse. Metida en el centro de la media, rodeada de gente ilusionada, tanto como yo, van pasando los kilómetros, y yo me encuentro fenomenal. En el 8 o 9 me cruzó con Juan, casi me quedo sin voz de lo que grité!! Y la sonrisa de Roberto al mirarme, qué grandes son!! Recuerdo tomarme mi gel… Nunca he probado nada de esto, pero debido a mi próximo reto, me aconsejan que vaya haciéndolo para probarme y demás… Os digo, que a partir de ahí, todo tomó un sentido diferente. Será sugestión o no, pero la cuesta del Zurguén, que tanto temía, no dolió como me contaron, es más, me daba tiempo a animar a todos los morados que bajaban ya. “Mónica de Macotera”, maja te conoce todo el mundo!!!! Dos chicos que van a mi lado me sorprenden con esto… Y a partir de ahí, enganchamos los ritmos y no nos despegamos. Puente Romano, ahí suena mi pueblo, ahí suena mi Macotera!!! Los dulzaineros amenizando, y oigo a Falogo, “vamos que solo te queda 1 y medio”. Es cuando me doy cuenta de que voy muy cómoda, demasiado, de que estoy disfrutando como nunca, y empiezo a dudar si parar mi Garmin a los 17. Remi en el 16, me abraza y me dice que la acabe, y claro, Jose y Miguel, mis nuevos compañeros desde el 8, no me dejan irme, tú entras con nosotros en meta!! Me veo casi en la cuesta que Manu llama La Asesina, la de la Berenguela, madre mía, estás loca Mónica, pero cómo vas tan bien!! Y empiezo, sin mirar mucho arriba, me encuentro genial, y mi primo Mundo, que no se de donde sale, se ofrece a subirla conmigo. Ya estamos arriba y mi reloj marca el 20!!! Qué locura!!
Últimos metros, nos damos las manos, y entramos juntos en esa alfombra roja, el speaker nos dice algo de Macotera, como no!! Y sonrio… Si!!!! lo he conseguido!!! No me lo puedo creer… Me cuelgan la medalla, esa medalla impensable, inimaginable, y me doy cuenta de lo que acabo de hacer… Rompo a llorar, veo a Tomás, que viene a darme la enhorabuena, pero no puedo ni hablarle, me lo perdonará seguro. El abrazo que recibo de Chamorro… Solo me pasan imágenes por la cabeza, de entrenos, de mis padres, amig@s y no puedo dejar de llorar, mientras me entero de que nuestro Juan de Macotera ha ganado la media!!! Impresionante lo tuyo!!!! Muy orgullosa, muy feliz, y aún en la nube… GRACIAS por los consejos, los ánimos de primera hora, y los de última, y gracias a estos dos nuevos compis de sufrimiento, Miguel y el Señor Fuentes, sin vuestro empujón el 17 habría sido mi mejor entreno. Nos vemos en Madrid, por supuesto que si!!
Siempre recordaré esta frase, que me dijo un amigo muy especial ” lo único malo de todo esto, es que parece fácil lo que hiciste”.
Café con los compañeros, hablar y reir, compartir nervios y ganas, pero esta vez sin presión alguna, esta no era mi media, por lo q me hacía relajarme un poco. Nos juntamos todos para la foto, saludos y ánimos por todos los sitios, abrazos y “vamos anímate, que tú la acabas”. Pero yo tenía claro que no me tocaba aún. Me saldría en el puente romano, después del 16, donde estaría Remi y me daría la vuelta, el entreno habría terminado.
Elijo una lista en el spotify con mis canciones favoritas, unas más actuales que otras, pero es que yo soy muy ochentera, y en los entrenos duros, tiro mucho de mi música de “EL Central”. Empezamos con ganas, mirando a toda esa gente que va a luchar por acabar esta media que dicen es tan bonita pero dura. Buen ritmo, sin prisa pero sin pausa, y casi me veo entrando en la plaza más bonita del mundo!! Todo son voces, aplausos y es que es imposible no emocionarse. Metida en el centro de la media, rodeada de gente ilusionada, tanto como yo, van pasando los kilómetros, y yo me encuentro fenomenal. En el 8 o 9 me cruzó con Juan, casi me quedo sin voz de lo que grité!! Y la sonrisa de Roberto al mirarme, qué grandes son!! Recuerdo tomarme mi gel… Nunca he probado nada de esto, pero debido a mi próximo reto, me aconsejan que vaya haciéndolo para probarme y demás… Os digo, que a partir de ahí, todo tomó un sentido diferente. Será sugestión o no, pero la cuesta del Zurguén, que tanto temía, no dolió como me contaron, es más, me daba tiempo a animar a todos los morados que bajaban ya. “Mónica de Macotera”, maja te conoce todo el mundo!!!! Dos chicos que van a mi lado me sorprenden con esto… Y a partir de ahí, enganchamos los ritmos y no nos despegamos. Puente Romano, ahí suena mi pueblo, ahí suena mi Macotera!!! Los dulzaineros amenizando, y oigo a Falogo, “vamos que solo te queda 1 y medio”. Es cuando me doy cuenta de que voy muy cómoda, demasiado, de que estoy disfrutando como nunca, y empiezo a dudar si parar mi Garmin a los 17. Remi en el 16, me abraza y me dice que la acabe, y claro, Jose y Miguel, mis nuevos compañeros desde el 8, no me dejan irme, tú entras con nosotros en meta!! Me veo casi en la cuesta que Manu llama La Asesina, la de la Berenguela, madre mía, estás loca Mónica, pero cómo vas tan bien!! Y empiezo, sin mirar mucho arriba, me encuentro genial, y mi primo Mundo, que no se de donde sale, se ofrece a subirla conmigo. Ya estamos arriba y mi reloj marca el 20!!! Qué locura!!
Últimos metros, nos damos las manos, y entramos juntos en esa alfombra roja, el speaker nos dice algo de Macotera, como no!! Y sonrio… Si!!!! lo he conseguido!!! No me lo puedo creer… Me cuelgan la medalla, esa medalla impensable, inimaginable, y me doy cuenta de lo que acabo de hacer… Rompo a llorar, veo a Tomás, que viene a darme la enhorabuena, pero no puedo ni hablarle, me lo perdonará seguro. El abrazo que recibo de Chamorro… Solo me pasan imágenes por la cabeza, de entrenos, de mis padres, amig@s y no puedo dejar de llorar, mientras me entero de que nuestro Juan de Macotera ha ganado la media!!! Impresionante lo tuyo!!!! Muy orgullosa, muy feliz, y aún en la nube… GRACIAS por los consejos, los ánimos de primera hora, y los de última, y gracias a estos dos nuevos compis de sufrimiento, Miguel y el Señor Fuentes, sin vuestro empujón el 17 habría sido mi mejor entreno. Nos vemos en Madrid, por supuesto que si!!
Siempre recordaré esta frase, que me dijo un amigo muy especial ” lo único malo de todo esto, es que parece fácil lo que hiciste”.
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