Melilla18 07

El Planteamiento

Melilla18 10Este fin de semana estaba señalado con una cruz en rojo como uno de los principales objetivos del club de la temporada y porque no decirlo, de lo que lleva de historia. Somos un club pequeño, humilde y aun así tenemos la suerte de contar con un equipo federado, !y de nivel!, gracias a una gran gestión y al gran equilibrio y buen ambiente entre la gente federada y los más populares. Esto muchas veces nos ha dejado fuera de optar a grandes cosas, que no por ello de vivirlas con igual o mayor intensidad que cualquier otro gran equipo. El empuje de todo el club y toda la gente que hay detrás, incluido todo el pueblo de Macotera han hecho y hacen posible marcarse objetivos y metas de altas miras. No obstante, el atletismo requiere mucho sacrificio y esfuerzo diario y sentirse apoyado por nuestra gente, al menos para mí, es imprescindible.

Este año, se federaron con el equipo dos corredores claves: la veteranía de Jorge Nieto y la juventud de Daniel Ayuso. Dos grandes atletas, pero sobre todo grandes personas. Unidos al bloque de otros años como mi hermano Roberto, Nacho y Alberto se ha vivido estos dos últimos meses un ambiente de optimismo e ilusión, con ganas de intentar lo que fuera. De hecho, hasta las 2 últimas semanas, no empezamos a ver que era realmente difícil conseguir pódium debido a las grandes figuras, pero creo que fue mejor así, porque tener como objetivo aspirar a lo más alto hace que consigas realizar mejores entrenamientos.

 

Comienza el Viaje: 

Melilla18 09Llegamos a Melilla poco a poco, fue bonito como a medida que avanzaba el día nos íbamos encontrando, hablando de rivales, planificando la carrera, disfrutando de Melilla. Primero llegué yo, a las 11.30 ya estaba en Melilla y el destino quiso que en el vuelo coincidiera con Clara Simal, la vigente Campeona de España de Maratón que iba sola al nacional y que pasaba noche en frente de nuestro hotel. Total, que creo que tanto para todos nosotros como para ella fue una grata experiencia haber pasado todo el fin de semana juntos.

 

El día D

Melilla18 04La carrera era el sábado por la tarde, a personalmente me gustó la idea, no tuvimos que madrugar, pudimos disfrutar del desayuno sin prisas y sin cortarte, aprovechamos a soltar piernas dando un paseo por la ciudad vieja incluso nos dio tiempo a montar una rueda de prensa improvisada. ¡Por lo menos que no se diga que no veníamos a lo grande!

Ya a la hora de la comida, me sorprendió que no solo Clara Simal no lo hiciera, si no que tanto Jorge como Nacho desistieron de comer para afrontar la salida a las 5 de la tarde más ligeros. Joder, a me hizo que pensar y me puse nervioso para intentar comer lo antes posible y no mucha cantidad, no siento que me fuera a sentar mal!Pero, al fin y al cabo, cada uno se conoce así mismo y si lo has hecho otras veces no debería de ocurrir nada. 

Después siesta, café, reconocimiento de la salida…creo que hasta ahora no había estado tan tranquilo y con tanto tiempo antes de una carrera. Y que gozada es, como se disfruta cada momento, en serio… Mentalmente seguí muy jovial, con ganas de liarla, de animar al equipo… pero me di cuenta que ya era el momento de empezar a concentrarse. ¡Ojo! Es imprescindible concentrarse antes de una carrera de esta importancia y creo que a veces por querer disfrutar de otras cosas peco de no hacerloMelilla18 02

Ya calentando, cambié el chip, me pasan por la cabeza pensamientos que repasan toda la preparación realizada, todo lo conseguido y las personas que han estado ahí conmigo. Miradas al cielo, los ojos se cristalizan por momentos. De acerca el momento de la salida, la concentración es total y zas….Salimos rapidísimos,  pero hoy es un día para apostar, no había que andar con contemplaciones y la táctica era ceder el menor tiempo posible respecto a las figuras que formaban equipos. Mi hermano que no había tenido una buena preparación estaba a tope en los primeros km y me srivió de referencia y motivación a la vez. Me sentí muy arropado al ir tan juntos en un grupo con grandes corredores que sabía que tenían marcas algunos de 1h 7′. A mi lado también estaba Jorge Nieto, aunque no se mostraba tanto como otras veces y es que en la última semana había pasado por un catarro que le había dejado algo tocado. Tras pasar por el km 10 el grupo se había reducido mucho, aunque permanecíamos mi hermano y yo. Jorge, Alberto y Dani venían detrás. Donde nos cruzamos ya en la segunda vuelta con la cabeza de carrera pude ver que éramos el único grupo con 3 corredores arriba y cuando me crucé con Jorge le di un gran grito de ánimo, sabía que lo estábamos haciendo genial

Melilla18 06Me encontraba bien, como ya hacía mucho tiempo y seguía muy concentrado. Es una sensación extraordinaria, te sientes capaz de todo y lleno de fuerza, lo que te permite acelerar sin que tu cuerpo lo note. Iba genial, así que intenté marcharme del grupo, sin dejar que los tiempos por kilómetro se dilataran. Me llevo a un corredor detrás, pero sólo en una ocasión me permití el lujo de descansar tras él. Hacia viento, pero cuando tienes fuerza eso parece no importar. Así desde el 16 más o menos pongo un ritmo alto mantenido sin importar quién me siguiera. Cogemos a uno o dos corredores y finalmente me quedo sólo. Los 2 últimos kilómetros empiezo a notar algo en cansancio, pero puedo con ello. Veo a lo lejos al gran Nacho Cáceres, “joe, si le pillara sería la leche”(al final me quedé a 10′ segundos de él). Y sigo cogiendo a otro corredor que se pega a . “Este me remata pensé” Pero a medio kilómetro de meta estaba Pablo, el hermano de Alberto que nos dio a todos los del equipo unos ánimos clave “Vamos, que lo tenéis ahí”. Mentalmente mi cabeza había empezado a correr automáticamente, pero esos gritos me dieron un extra para afrontar la recta final como nunca lo había hecho. Aún tengo en la mente mi entrada en meta volando. Sorprendentemente, un corredor que había dejado atrás me adelanto justo en la recta de meta sin ser consciente de que venía detrás. Una pena, porque me arrebató la 10 posición, que un Nacional que da bien.

Estaba eufórico y nada más llegar me pongo a buscar con la mirada la llegada de mis compañeros. Sabía que lo teníamos, que lo había hecho genial y el resto estaban muy cerca. Llega mi hermano, nos abrazamos y le digo que “lo tenemos tío“. Se le ve muy emocionado y me dice “Creo que pillo medalla”. El siguiente en llegar es Jorge, llega con un tiempo un poco superior al pensado, definitivamente el catarro le había pasado factura. Pero seguimos siendo optimistas, no se ven muchos más equipos completos que el Albacete y el Cárnicas Serrano. Pablo, el hermano de Alberto nos dice que Nacho a abandonado y que le han estado mirando en la ambulancia. Me preocupo bastante, veo a Nacho pálido y frío y me dice que no sabe lo que ha pasado, que se ha tenido que retirar antes del km 10. Llegan Alberto y un poco más atrás Dani completando ya el equipo completo. Vienen bastante mal físicamente, pero mantenemos el optimismo, nos llega información a través de Pablo de que somos 3º por un minuto de diferencia, pero que no es fijo…! ¡Madre, lo tenemos ahí! Tras unos minutos, ahora nos dicen que somos 4º a unos segundos del tercero. De repente, un vuelco al corazón, no puede ser que se nos escape…

Según transcurría el tiempo, el hecho de que éramos cuartos estaba más claro, pero mantenía una esperanza absurda de ser todavía terceros, hasta que no saliera la clasificación oficial había esperanzas… Pero no fue así. El sueño había estado cerca, pero se esfumó. Como en las grandes películas, el final no siempre acaba bien ni es el esperado, pero por lo menos la trama fue estupenda.

Comentar que fue una carrera que se hizo tremendamente dura a mucha gente por la dificultad de ir en solitario contra el viento. De hecho, Nacho abandonó y Jorge, Alberto y Dani llegaron bastante cascados del esfuerzo agónico. Y es que no hay que olvidar que son 21 km y más de una hora de esfuerzo al máximo. Lo importante en esas primeras horas después de la carrera era animarse tras el palo del 4 puesto y animar a los compañeros que peor estaban. Creo que, tras la ducha y la cena, todos éramos otros… habíamos corrido una gran batalla y empezábamos a disfrutar de las heridas de guerra. Marchamos rumbo al puerto, a tomar unas copas Melilla18 05para celebrar el 4 puesto, la medalla de mi hermano y el estar ahí en ese mismo momento.

La vida sigue, y tal cual empezó, así se empezó a terminar la aventura. El primero en coger el vuelo de vuelta fue Nacho, a eso de las 8. Luego mi hermano y Jorge tras el desayuno y finalmente nosotros después de comer. Quiero terminar, diciendo a todos mis compañeros de equipo que son los mejores compañeros de equipo posible, a Pablo darle las gracias por hacer de manager todo el fin de semana, a Clara Simal por dar un toque especial al viaje y disfrutar de la compañía de toda una Campeona como ella, a al resto de compañeros del Club por hacer suyo cada uno de nuestros pasos durante el fin de semana, a toda la gente que nos siguió desde la distancia y a Olalla por compartir mi sueño todo este tiempo…

Hemos fallado una bala, ¿Quién sabe cuántas nos quedan? Nos faltó el broche final, pero como aprendí hace algún tiempo “Lo importante no es llegar, lo importante es el camino”.

Melilla18 03


0 comentarios

Dejar un comentario

¿Quieres unirte a la conversación?
Siéntete libre de contribuir!

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *