Artículos que recogen noticias breves, principalmente sobre aspectos relacionados con la actualidad del club

Hoy mi crónica, digamos que es a la inversa. Esta vez no era cuestión de intentar mejorar el tiempo. Era probar si mis piernas y mi cabeza aguantaban. Desde el 25 de agosto no corría (excepto en cinta) mi idea era trotar a ver las sensaciones, desde el primer momento vinieron conmigo Pepa y Tomás, muchas gracias. Agujetas múltiples, pero empezaré a preparar los 10km de Aveiro, oficialmente voy ser internacional😂. A medida en que vaya mejorando, mi cabeza está ya cabilando en mis proyectos de vías verdes modo duatlón, por España y quizás por Irlanda y la vecina Francia. En fin, muchos sueños por cumplir antes de la gran dormida.
Pues no, no hay excusas, ni aunque haga un día de perros con un airón que te frena, ni aún llevando 2 días a Frenadol, miel y remedios varios para poder respirar… Primeros saludos a los compañeros que nos vamos encontrando en el ayuntamiento, todos de alguna manera u otra, quejándonos del mal tiempo, de los catarros,… pero sabiendo que de nada serviría pues a las 12 sí o sí nos veríamos en la línea de salida.
Las ganas estaban, correr de nuevo en mi pueblo, Macotera, era lo que más me motivaba, y junto con los ultimos ánimos y los “el correr te lo cura todo”, no tuve ninguna duda. Me pego a Carilis, qué santa paciencia tiene, pero sé que me va a saber llevar como siempre hace, debo aprovecharme. Play al Garmin y a por ello!! El paso por la plaza de tu pueblo es algo inexplicable, voces de ánimos, y no dejar de sonreír. Los primeros 3 kilómetros se hacen duros, mucho aire en contra, y aunque intento resguardarme detrás de Miguel, se nota mucho el esfuerzo. Piedad, Dani, Jose, Miguel y yo, un pequeño grupo, pero se nota que el ritmo es bueno, vamos agusto hasta la famosa cuesta ” del pinar”, que cada uno se las apañe como pueda. Me acuerdo de los entrenos cuando tocan cuestas, las de veces que las tenemos q repetir… Ahora sé que sirven para algo, al menos para no pensar ni un minuto en pararme. Me vienen también a la mente algunas palabras de Chamorro, y eso ya me da la fuerza necesaria para no desistir y darme cuenta que “El pinar” se había acabado ya. Me costó mucho la recuperación porq forcé de más, pero en cuanto noté q el aire ya me daba de espalda, me animé a subir un poco el ritmo y cuando quise ver ya estábamos entrando de nuevo en la Plaza. Lo tenía hecho, un gran trabajo y esfuerzo, y mejor tiempo que el año pasado, y no dudo que los duros entrenos que estoy llevando a cabo, están dando su fruto…
Yo no sé lo que siente la gente cuando sube por primera vez a un podio, pero solo puedo decir que a mi me temblaban las piernas. Una mezcla entre vergüenza, orgullo, nervios por ser la primera vez, una forma de premiar tu trabajo, del superarte día a día, de saber que gran parte de esa medalla es también de Chamorro por entrenarme, y por confiar en mi. Escuchar tu nombre, subir al número 1, y ver toda esa gente q te aplaude, gente de tu pueblo… Ufff, me emociono solo de volver a recordarlo. Mi primera medalla, mi primer podio, y en mi pueblo, con mi gente, eso sí que tiene un valor incalculable!!! Compartirlo con Belén que la conozco desde pequeñita y la quiero muchísimo, y también con Piedad, que tantas carreras llevamos disfrutando juntas últimamente!!!
Algo que jamás olvidaré y me llenará de orgullo, y que siempre recordaré cuando la mire, junto con la cara de mi hija cuando se la enseñé, – “mamá, pesa mucho, es de oro de verdad”????
Gracias a este club tan grande at. Macotera Jamón Prim, que ya es familia, que hace todo esto posible con su gran trabajo y buen hacer.
La rosquilla más rica que me he comido hasta ahora!!!
Correr en mi pueblo siempre es muy especial.
Me devuelve a esos años donde solo corríamos por sus calles detrás de un balón o para buscar un sitio donde esconderse y así no tener que ligartela. Es volver a ese Camino Peñaranda que subíamos a toda velocidad pues nos perseguía alguien con un cinturón y era mejor no ser alcanzado. Es volver a escuchar las campanas de la iglesia llamando a misa y que sabías que luego con un poquito de suerte tus padres te pagarían unas patatas en El Café. Es volver a jugar a burro apoyados en la pared de nuestra hermosa iglesia. Ir al kiosko de Tras con la paga semanal. Es volver a la calle de las Aceras con mi amigo Fran a jugar con las piedras y no terminar el juego hasta que alguien se hiciera una pitera y su madre nos curara en la peluquería. Es volver a montarse en nuestras bicis y bajar hasta el río donde las dejábamos caer en la arena y jugábamos durante horas cerca del río. Es volver a sentarme en unas piedras debajo de los pinos con mi abuelo Manolo y mi abuela Regina. No parar de recorrer el camino de la Juara con mis primos donde cogíamos un buen color de piel del sol que nos pegaba. Es volver al sabor de las rosquillas de mi abuela Constancia que ella tenía en la despensa y yo en sus despistes aprovechaba para poder comer alguna a escondidas. Ahora a mis cuarenta y tantos años, aprendí que ella bien sabía lo que sucedía allí pero es que una abuela es una abuela. Es saber que este es tu sitio, es el lugar de donde vienes, estás son tus raices y donde eres feliz. Con todos esos recuerdos apareciendo en mi cabeza con cada zancada, es imposible que no sea mi carrera favorita. El tiempo de la carrera es lo de menos. Lo importante fue poder disfrutar del deporte en compañia de gente especial, de ver que hay nueva gente del pueblo que se está animando a esta locura del correr, de ver como la morada es una pequeña familia, de ver la plaza mayor llena de gente a pesar del frio que hacía, de ver los bares llenos a vinos, de sentir que nos resistimos a ser devorados por la España vaciada y que mientras en nuestra memoria sigamos recorriendo las calles de Macotera seremos un pueblo lleno de vida y muy grande. Gracias al club de Atletismo Macotera Jamón Prim por organizar con tanto cariño esta carrera, por hacernos creer que, si se quiere, se puede y por hacerme volver a mi niñez cada vez que salimos a correr por las calles y caminos de mi querida Macotera. Es verdad, que Sevilla tiene un color especial pero Macotera tiene muchos colores especiales, sobre todo uno, el morado.
Todos los días sale el sol.
José Ralín

Mi primer pódium.
Después de varios meses de trabajo por parte del presi llegó la ultima semana, ajetreos con los últimos preparativos. El vienes me acerque al pueblo para transformar las gallinas y los huesos en el esperado caldo, también estuvieron presentes Antonio y el presi, que no se pierden una.

Al terminar nos acercamos a ver si dábamos el visto bueno a las rosquillas, después de varias deliberaciones y catas no nos quedo mas remedio que decir la verdad y aprobarlas con nota. A parte del trabajo realizado por Feli y muchas personas más, hay que agradecer no solo la elaboración sino también el segundo tiempo a base de una suculenta parrillada.
La semana anterior la directiva no hacía más que mirar el tiempo, cada vez se ponía peor, y la probabilidad de lluvia y viento era cada vez mayor.
Al final, como de costumbre, fallaron con las previsiones y nos dejó un día con algo de aire, pero seco. Los chicos del A.T. Macotera Jamón Prim quedamos a las 10 de la mañana para que todo el trabajo anterior quedara plasmado en la carrera y como siempre un 10 para el organizador.
En la recogida de dorsales veo a nuestra Pepa y al gran Gabi quedando para ir juntos y, aunque esta vez me veía con fuerza para seguir a nuestros campeones de maratón, decido sacrificarme y acompañarlos. Una carrera muy cómoda con dos grandes leyendas del club. En la primera parte intentamos que el viento no nos molestara mucho pensando que en la temida cuesta nos daría de culo y así fue hasta el final. Cuando llegamos a meta Gabi pregunto ¿Qué tiempo hemos hecho? El mejor que hemos podido. Hemos quedado primero, segundo y tercero nuestro primer pódium y lo más importante hemos sumado otra.
Lo de después no se puede contar ya que parecemos un club gastronómico en vez de uno de atletismo.