A partir de ahora tocaba entrenar con la inestimable ayuda de Roberto y sus planes de entreno. El tiempo pasa volando y ya estaba ahí el segundo fin de semana de noviembre. 
Al igual que en el maratón de Sevilla me fui para San Sebastián el viernes y así aprovechar un poco más y de paso poder degustar la buena gastronomía y caldos donostiarras, en esta jornada estuve acompañado de mi amigo macoterano Remi que se desplazó desde Mondragón (GRACIAS).
El sábado paseíto por la playa y feria del corredor donde coincidí con buena parte de los componentes del club que se desplazaron a la carrera, para recoger el dorsal tuve que esperar mucho tiempo aunque quizás fuera a la peor hora.
Este día no hice ni lo más recomendable ni lo mejor en un día previo a esta dura carrera pero si estás tan bien acompañado de mis amigos de Rota Juan Barroso, Nico y Castellano además de mi amigo valenciano Juanma y sus respectivas familias pues acabas comiendo como en las bodas macoteranas pasadas la cuatro de la tarde.
El día 10 ya asomaba por la ventana y ahí tenía yo preparado miterno para dirigirme en el topo hacia Behobia, esta vez íbamos muy bien acompañados de nuestras sufridoras esposas. Tras despedirnos cada uno se dirigió a su cajón de salida, esta vez no marqué ninguna de mis modestas marcas lo que me llevó a la cola del pelotón saliendo a las 11.21, me daba igual había venido a disfrutar de esta estupenda carrera y lo iba hacer igual de bien o de mal en un cajón o en otro.
Como el mundo es muy pequeño justo antes de empezar coincido con tres colegas de entreno de Alcobendas con los que compartí los momentos previos y la salida (gracias a Angel Plaza, José Miguel y Antonio).
Lo bueno de salir tan atrás es que tu moral va subiendo adelantando tanta gente, lo malo los atascos en Irún y a la entrada a San Sebastián. Conocedor del recorrido sabía que tenía que regular un poquito al principio para tener fuerzas en el último alto.
El primer alto Gaintxurizketa lo paso con un ritmo uniforme sin tirones y con fuerza pese al fuerte viento, en los toboganes de Lezo oigo la llamada de mi prima Teresa, la saludo con un sentido beso despidiéndome de ella con una voz de ánimo (muy valiente esta esparrama que empezó en esto del runing en la anterior Sanrocada y ya se plantó en el presente año en la Behobia).
Paso por el Puerto de Pasajes atestado de gente (otros años con lluvia es de las partes más feas y desérticas) y al final ya empieza a picar para arriba hasta el alto de Miracruz, duro final con una subida que desemboca en ese Imperio gastronómico llamado Arzak. A partir de allí hasta meta bajada a tumba abierta y a disfrutar de esos ánimos con las calles atestadas de gente a ambos lados de la calzada, en la recta final pude recibir los últimos ánimos de mi mujer que cámara en mano pudo inmortalizar el momento.
Tras despedirme de mis amigos hasta la próxima me dirijo al hotel donde coincido con Juan que me da la buena noticia del sexto puesto de Roberto !!Que alegría!!
Para finalizar como siempre quiero agradecer a mi familia por permitirme pasar este fin de semana y a ti, Teresa por entenderme tan bien. (Gracias).
También quiero criticar el aprovechamiento que hacen de esta prueba esos grupos independentistas. La política para los políticos. El deporte es otra cosa.
Salud y un abrazo a todo@s.
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