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Crónica por Juan Bueno “Colorao”

A medias…Así puede acabar una noche de fiesta en la que la chica que te gusta te promete más de lo que piensas y te da menos de lo que desearías. Y sin embargo, quedarse a medias no siempre malo, si buscas una próxima vez en la que terminar lo empezado. Y a dos Medias me fui este mes de Septiembre, y aun sabiendo que habrá próximas veces, intenté pelearlas como si fuera la última vez…¿Funcionaría mi táctica?

CAMPEONATO DE ESPAÑA DE MEDIA MARATÓN EN TORDESILLAS

Liarla en el Campeonato de España, un bonito sueño por el que empezar
Después del verano, el campeonato de España de Media Maratón de Tordesillas era lo único que me animó a seguir con fuerzas con los entrenamientos. La verdad que a nivel personal no me movía ningún afán y, seguramente, de no ser por el equipo, no hubiera ido. Simplemente, no era el mejor momento ni la mejor prueba para volver después del mes de Agosto y en medio de un Septiembre de ferias. Pero en fin, al Club no le puedo negar nada, por lo que ha hecho y por lo que representa para mi, así que “a morir por vos” sea dicho.

Una semana de tanteo y un mes era lo que tenía hasta el 22 de Septiembre. A mi me parecía que iba a llegar un poco apurado y mi hermano empezó a meterme 2 semanas para empezar de bastantes kms. La verdad que hubo algún momento en el que pensé que si seguía así me iba a terminar lesionando, ya que no es nada bueno aumentar los km tan de golpe, pero tuve dos competiciones previas a la Media que me hicieron bajar un poco el kilometraje y probar sensaciones. En ambas tuve la suerte de ganar. Primero en Villoria, un 10000 donde nuca había corrido. Y después en Ávila, 7 kms que transcurrían alrededor de la muralla. Que gozada correr en sus alrededores! y esa última cuesta a la plaza de Santa Teresa, donde te retuerces de sufrimiento pero donde los ánimos de la gente te obligan a no para de luchar.

El sueño se trunca, y competir sin equipo… ¡no es lo mismo!
La última semana para Tordesillas, Sera nos confirmó que no podría ir al Campeonato, por lo que se arruinaba nuestro plan por equipos. Pero después de todo el trabajo hecho, no era plan de echar todo a perder. Sin embargo, la motivación ya no era la misma. Esta fue una semana de menos kms, como suele ser antes de una carrera de este tipo y, de nuevo, con un entrenamiento de calidad a modo de test. De nuevo repetí ese 2×5000 que hiciera antes de la Media Ciudad de Salamanca, pero esta vez los ritmos no fueron tan buenos como entonces. Todo ello contribuyó a que perdiera aún más el interés.

Y el viernes en el trabajo, cuando veo la lista de inscritos, empiezo a recobrar la ilusión por competir a medida que leo nombres conocidos, tanto de viejos conocidos de pasadas afrentas atléticas como de gente importante a nivel nacional. Toda la casta, las ganas e ilusión que hay que echar en una carrera de este tipo y que había perdido al saber que no competiríamos como Club, las había recuperado con aquella lista. Y por otro lado, estaba organizando con Braulio la comida del sábado en Tordesillas, ya que iban a venir a acompañarnos Juan Antonio y Braulio como managers del Club, como fotografos del evento, pero sobre todo como amigos. Y eso se nota cuando corres.
 
Llegó el día… ¡A correr sin equipo, pero por el equipo!

El sábado yo ya estaba bastante “flipaete”, pero me encanta sentirme como un niño. Había hecho unos carteles para ponerlos en los coches y hacernos notar por Tordesillas: “Al Campeonato de España… !sin complejos¡”. Comimos a orillas del Duero con unas vistas geniales de la ciudad y, tras una pequeña siesta, fuimos a tomar algo a la plaza para impregnarnos del ambiente atlético que ya se vivía por todas las calles del centro. Allí coincidimos también con Pablo Rodriguez y con Antoñete Cuadrado. Estuvimos charlando de las sensaciones, de nuestras intenciones. En fin, que como de costumbre a nosotros se nos hizo tarde y casi no nos dio tiempo a calentar. Eso sí, con la música del coche a tope mientras nos poníamos a punto, como en las grandes ocasiones.

En el cajón de salidaEntramos mi hermano y yo en cajón de llamada. Una vez allí, casi no había sitio para seguir calentando. Vaya galgos había en ese pequeño redil provenientes de casi toda España. 10 minutos allí hablando con unos y con otros y se da la salida.

Nada más salir se desmarca un grupo con los grandes favoritos y otro perseguidor en el cual me encuentro, pero que pronto se empieza a disgregar. Cuando la carrera vuelve a Tordesillas, por el km 3 después de salir hacia al Parador Nacional, veo que me voy quedando sólo, ya que que Nuñez (mi rival en la Media Maratón Ciudad de Salamanca) y al que tengo como referencia, va a un ritmo muy fuerte que yo no puedo mantener. Así que intento animar a un corredor que rebaso para que no se dejara llevar y aguantara mi ritmo con la intención de salir de Tordesillas con un compañero de viaje.

 
 

Con mi compañero "efimero"Imposible, mi “compañero” efímero no puede aguantarme y yo no puedo esperar, así que no me queda otra que tirar hacia adelante y seguir en solitario. Conocía el circuito y sabía que hacer 15 km en solitario por las carretereas de alrededor de Tordesillas iba a ser muy duro. ¿Podría aguantarlo? Pero, de repente, noto una presencia detrás mía. No sé, estaba tan fuerte y motivado que no me intereso en saber quién era. Pensaba que era el “moro” de Tordesillas y viendo que venía jodidillo yo seguí a mi ritmo sin pedirle relevo. Cuando llevamos unos 2 kms, mi compañero por fin me habla y me dice “En cuanto recupere, te hecho una mano”. Esa voz no era del moro. Todos mis pensamientos de batallitas sobre “moros y cristianos” que me había formado en la cabeza se fueron al garete… el destino había querído que mi acompañante fuera Dieguito…. Dieguito Lázaro. (Para los que lo conozcan, es el que ganó la 2ª San Rocada).

Diego es un gran corredor y me vendría genial como compañero, sin embargo, ya sabía yo que no podría esperar mucho de él. Es perro viejo y yo debía asumir el papel de “inocente”. Lo asumi gustoso porque sabía que tenía fuerzas y porque no quería que aquello se parara. No miré ni una sola vez para atrás, no me quería poner nervioso y sobre todo no quería perder ni una sola posición con respecto a los que venían detrás. Sólo me concentro en seguir adelante y en los relevos que me da Diego para tomar un poco de aire. Tengo que decir que para mi, la carrera no se me hizo muy dura. Hacía viento y calor, aunque no tanto como exageraba la gente. Aun así hubo muchos abandonos, tanto en la zona de cabeza con en la de atrás. Esto hacía que se rodara a un ritmo muy lento, con km a más de 3:35 min/km. Quizás por eso, al estar siendo una media poco rápida y de fuerza me beneficiaba muchísimo. No estaba al 100%, pero si se trataba de echarle casta, tenía los depósitos a rebosar y más en un Campeonato de España.

Llegando a metaMe encuentro genial a lo largo de la carrera, con la sensación de deborar los kms y saborearlos. Diego parece que no va muy fino. Pasamos por un grupo de aficionados de algún club que estaban de merienda, les digo “Traer para acá un cubata, que tenemos sed”. Nos echamos a reir todos. Todos menos Diego, que no le debió sentar muy bien.

Cuando quedan unos 2 km, Diego se pone en cabeza. Su ritmo va en aumento y me pone en apuros. Me saca unos 6 o 7 metros y en esto que me digo a mi mismo que después de todo el trabajo que he hecho en la carrera no me puede ganar. Diego tampoco creo que estuviera en su mejor momento así que venga, a echarle “cojones” y poco a poco a ir recortando. En el último km le consigo coger, pero no me da tiempo a tomarme un respiro. Diego hace otro cambio de ritmo y empieza a descolgarme. ¿ah, si? ¿Quires jugar? En ese momento estaba pletórico mentalmente por lo bien que había ido todo y, lo mejor de todo, aún tenía fuerzas guardadas para el final como en otros grandes momentos. Así que lo dicho, mi cabeza hace un “click” y se desata el Mr Hyde que llevo dentro. Noto como las fuerzas salen de no sé muy bien donde (del corazón?) hacia todo el cuerpo y mi paso y figura de fondista se transforma en la de un velocista.

Llegando a meta 2Rebaso a Diego justo en la curva que da lugar a la recta de meta. Aquello ya es imparable. Noto como la gente jalea a mi paso, estoy regalando un bonito final a los espectadores aunque soy incapaz de fijarme en ningún rostro. De nuevo esa sensación de disfrutar con cada metro, de no querer que aquello acabe nunca. Pero llego a los 10 últimos metros, intento lanzar un gesto de rabia con las manos que se desfigura por la velicidad y zas! Cruzo la meta con un tiempo de 1:12:33….el 15 de España!!

A partir de la llegada empiezo a recibir las enhorabuenas de mucha gente. A lo largo del recorrido nunca me faltaron gritos de “¡vamos, Bueno!”, ¡vamos, Macotera!, ¡venga, Losada!. Y es que corríamos en casa, en una tierra colonizada haceya  tiempo por mi hermano. Mi hermano Roberto que llega poco más tarde y que confiesa que francamente lo había pasado mal. Una opinión compartida por todo el mundo y yo pienso “¡Con lo que he disfrutado yo¡”. Poco a poco, me invade la sensación de que este podría haber sido mi campeonato de España y que lo habíamos desaprovechado por completo para alzarnos en una posición de honor por equipos. Las clasificaciones van saliendo lentas, pero a última hora de la noche vemos que el Tordesillas se proclaman terceros por equipos de España con su tercer hombre entrando en 1:24:00. En fin, que en la vuelta a Salamanca toda mi alegría se tornó en desilusión. Cuesta mucho conseguir un hito de este tipo para un equipo humilde como el nuestro y quién sabe si volveremos a estar en la misma situación. Para colmo, había quedado 2º de Castilla y León, pero al no haberme inscrito en la carrera popular no contaba en esta clasificación y veía como gente a la que había ganado recibía estos honores…

después de la salida

A día de hoy este Campeonato de España ya es historia y no tengo más que buenos recuerdos de aquel día. Estoy seguro que para el próximo año volveremos a intentarlo. Quizás no me salga un día tan bueno, pero como he dicho antes, lo que seguro que si tendré será una gran dosis de casta e ilusión!

-Aquí podéis ver más fotos-

-Track de la carrera-

XXIX MEDIA MARATÓN BABILAFUENTE – SALAMANCA

La buena actuación en la media de Tordesillas me hacía llegar con muchas ganas a la Media de Babilafuente que se disputaba el domingo siguiente. La verdad que el disputar una media a tope, te deja bastante cansado la semana siguiente y hay que andar con cuidado intentando no lesionarte y recuperar bien. Un día de descanso y dos días progresivos de rodaje cómodos sirvieron para recuperar un poco el tono muscular y dar tiempo al cuerpo a recuperarse. Despés, el miercoles, tuve unos cambios para que las piernas no se “olvidaran” de la sensación de velocidad y se acostumbraran al descanso y, hasta el día del carrera, entrenamientos muy suaves.

momentosPrevios

Así es como me presenté en Babilafuente. Recuperado físicamente y mentalmente supermotivado. Había estado pendiente de quienes competirían al final y la verdad que me veía con claras posibilidades de victoria. Aunque a la hora de la verdad, uno nunca sabe… Tal es el caso, que mi  mente ya iba más allá y pensaba en batir el record de la prueba, que estaba en 1:09:03… No iba a ser fácil, pero yo ya había demostrado este año varias veces que podía bajar de 1 h 9’… ¿Por que no también esta vez??

IMG-20120930-WA0002El sábado por la noche, antes de irme a la cama, estuvie copiando los tiempos de paso objetivos para conseguir el record. En ese momento, me vino a la mente el reportaje de Informe Robbinson sobre Gebreselassie sobre su último record del mundo de Marathon en Berlín. Quizás como dice Gebre, si quieres batir un record, tienes que entrenar mejor que el año pasado. Y yo ni lo había hecho, ni llegaba en las condiciones idóneas después de correr a tope otra media maratón la semana antes. Pero estaba convencido de que lo tendría muy cerca y tenía que intentarlo.

El día de la carrera salío el sol, y menos mal, porque los días anteriores había hecho mucho viento y humedad. Habría que esperar que el viento no molestase en el recorrido. Tras llegar en el tren a Babilafuente en medio de una gran cantidad de gente y un gran ambiente, tomamos un café en compañía de Pablo y dos intengrantes de La Armuña. Luego estuve calentando con otros miembros del club: Toni, Juan Pedro, Sera, Angel…

Es un día bonito, la gente me saluda, me da ánimos… me sienten favorito y eso también es una responsabilidad. Tras dar el pistoletazo de salida me pongo en cabeza nada más salir y super concentrado empiezo a marcar un ritmo fuerte para ir poco a poco camino del record. La verdad que al principio fuimos muy rápidos… en torno a 3:03′, pero yo iba muy cómodo y aún en buena compañia. Me seguián Pablo Rodriguez, Quique Merchán y Jaime Romo. Este último me dice que va sólo hasta la parada de San Morales y que si quiere que me marca el ritmo. Pero no veo que el ritmo que me propone sea el mío y no me siento cómodo yendo en segunda línea. Así que pronto vuelvo yo a llevar la iniciativa. Iba superconcentrado, pero a la vez muy cómodo.

 enCarrera1Voy superando el primer parcial de 5km por debajo del record y en el 10 lo pasamos en 32′. Estaba corriendo muy rápido y, a esa altura, empiezo a quedarme sólo. En ningún momento miro hacia atrás. No me importa lo que pase detrás, sólo lo que tengo por delante. Había tenido suerte y la carrera se había desarrollado de forma propicia para ir a por el record. Aunque quizás me hubiera venido bien tener a alguien más hasta que quedarán menos kms a meta. Es a partir del km 14 cuando empiezo a encontrarme realmente sólo y pienso que esto debe ser lo que llaman “La soledad del corredor de fondo”. Cuando la lucha que te queda por delante es contra ti mismo, el sufrimiento es mayor. No tienes ninguna referencia. Tan sólo el cronómetro que, para colmo, al llegar al km 15 ves como naja el ritmo a plomo al empezar las primeras cuestas.

La parte final es la más dura. Ya no voy tan fresco, pero no creo que hubiera hecho una mala táctica de carrera. El objetivo era sacar un colchón al principio para poder entrar en los últimos 5 km más duros con opciones. En esas estaba, pero las últimas cuestas eran realmente duras y largas. O al menos a mi me parecían. Me encuentro con Antonio Cuadrado que está en un cruce y que me dedica unos cuantos gritos de apoyo. Le hago un gesto con la cabeza como diciendo “Estoy jodido”. Más adelante, ya en Salamanca, en la última cuesta, está Álvaro Pasán. Me da otros cuantos gritos y me dice que puedo conseguirlo. Que bien vienen estos ánimos cuando son de gente que realmente saben por lo que estas pasando.

Entro en meta cabizbajoAcelero un poco el ritmo, pero mi experiencia me dice que no me puedo vaciar aún. Voy muy justo y si aprieto demasiado ahora perdería el tiempo más tarde. No fue hasta la recta de meta cuando intento esprintar. Ya no sé si voy por debajo o por encima del record. Sólo sé que estoy ahí, ahí. En ese momento no veo, no siento, solo sufro. Que manera de entrar en meta, completamente diferente que en Tordesillas. Allí me retorcía de rabia, de saberme más fuerte, de saberme vencedor de mi propia “guerra”. Aquí me retorcia de sufrimiento, de agonía y al faltar pocos metros para la meta mi miopía me permite ver que efectivamente el record no iba a pasar a mejor vida, no lo gabía conseguido.

Para colmo entré en meta con algo de frío en el estomago. Además, al estar muy sudado y ser una zona con sombra me estaba quedando congelado. Allí estaban amigos del club y amigos de toda la vida: Tomás, Pedro, Moskis y para sorpresa, toda la familia al completo. Y bueno, también estaban allí los de la prensa… que si foto por aquí, que si cuentanos que tal y, francamente, no tenía muchas ganas de hacer el paripé. Había sufrido mucho en la última parte y no había conseguido el record, pero es que además, para colmo, tenía unas ganas enormes de ir al baño.

Tras una ducha caliente, salgo a reecontrarme con los míos. Sigo con bastante malestar, pero aguanto el tipo. Al fin y al cabo, había ganado la Media Maratón Babilafuente-Salamanca, todo un clásico en la provincia. Ahora mismo ya se me ha olvidado la frustación inicial por no conseguir el record y el sufrimiento de ese día. Todavía tengo el regustillo de haber conseguido otra nueva victoria en una media maratón, la segunda en el año y en mi trayectoria. Quizás no valoro tanto lo que hecho ahora mismo, pero ciertos comentarios de enhorabuena que he recibido me hacen poco a poco ser consciente. Por ejemplo, el otro día en salas bajas alguien se me acercó a mi y me dio la mano riendose y diciendo: “Enhorabuena, no sabes lo que alegré al ver que habías gando tu la media maratón. Un tío que corre en salas bajas a diario, donde yo entreno”. O otro que subiendo hacia casa me dijo: “Perdona, tu eres Juan Bueno, ¿no? Para nosotros eres toda una referencia”. Yo les digo que soy popular como ellos y que empecé como ellos. No soy ningun figura, lo único que ahora entreno mucho más que antes y me tomo las cosas más en serio.

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-Track de la carrera

¿Y AHORA QUÉ?

Pues ya está en marcha otro reto, quizás más dificil para mi que cualquiera de estos dos. Conseguir bajar mi mejor marca en 10 kilómetros, o lo que es lo mismo, bajar de 31’29”. Lo haré en Valencia, el 18 de Noviembre, y lo haré en un marco inmejorable como es la Maratón de Valencia y donde intentaré ayudar a mi hermano Rober a bajar de las 2h 30′ en maratón. ¿¿Y por que no?? El baño de después si lo conseguimos lo vale, y si no, siempre habrá valido la pena intentarlo.

Hasta entonces, muchas series, kms y sufrimiento para salir del frío que nos viene. Pasen y vean!

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