11 Maratón de Martín Fiz
El comienzo de un sueño…
Después del maratón de Valencia y pasados unos días, ya fui perfilando cual sería mi siguiente gran objetivo: El cpto de España de maratón de veteranos en A Coruña. La idea era empezar el entrenamiento a mediados de febrero, pero los crosses de enero y febrero hicieron resurgir la misma lesión que tuve el año anterior por las mismas fechas. Una jodida bursitis. Qué lesión más puñetera…. Salía un día pensando que estaba mejor y paraba otros tres… Al final algo más de un mes, en el prácticamente no entrené en condiciones. Para finales de febrero ya tenía casi descartado la maratón de A Coruña, por falta de tiempo en la preparación y estaba empezando a darle vueltas a la posibilidad de correr el maratón de Martín Fiz.
Ya en el mes de marzo, decido correr la media maratón de Salamanca; sé que no debo porque no tengo del todo bien la rodilla, pero después de no poderla correr el año pasado y de la desesperación porque no desaparece la dichosa molestia, decido rodarla como entrenamiento. Al final me acabé picando y terminé 6º y con buenas sensaciones.
Los 4 días siguientes decido no entrenar para recuperar definitivamente y a partir del 8 de marzo empiezo a entrenar de forma regular. Tengo por delante 2 meses por delante y un montón de dudas sobre mi estado de forma después del parón por la lesión. Pero en la media de la VigBay me di cuenta de que no estaba tan mal como pensaba y que aunque mi estado no era muy bueno, tampoco era muy malo. Eso sí, reseñar que en dicha media, conseguimos acabar primeros por equipos y ya es el segundo año consecutivo!!!
Y después de algo más de 2 semanas de vuelta a la normal, empieza mi preparación específica para el maratón. Otra vez (igual que en Valencia) una preparación corta de 7 semanas. Pero esta vez decido hacer algo distinto. Decido doblar sesión de entrenamiento 2 días a la semana durante el mes de abril. Joder, que duro es eso… Esos días había que levantarse a las 6 de la mañana para entrenar antes de ir a trabajar y luego por la tarde a eso de las 6 de la tarde, a volver a calzarse las zapatillas. El resultado: nuevo record de kms en mis piernas por semana, ya que para Valencia lo tuve en 129kms/semana y esta vez hice tres semanas en torno a los 134 kms. Nuevo redord de kms por mes, llegando en abril a hacer entorno a los 550kms.
También aproveché a hacer mis dos ultimas tiradas largas, en la maratón de A Coruña y en el maratón de Madrid, lo cual me sirvió para que me resultaran más amenas, sobre todo en A Coruña, donde nos fuimos unos cuantos integrantes del club en un viaje organizado que resultó fantástico tanto en lo deportivo para los que participaron en la carrera de 10 kms y en el maratón, como en lo humano, ya que fue una gozada compartir ese finde con todos ellos.
Y su posterior materialización….
Y llegado el fin de semana del maratón, partimos de Madrid, el incombustible Braulio y un servidor y desde Macotera, mi hermano, mi padre y Victor un chico de Peñaranda. Nos juntamos los 5 en Burgos para compartir coche en el último tramo del viaje, y aprovechamos nuestro paso por la capital burgalesa para saludar y tomar un café con Gabi y Miguel, dos de nuestros integrantes del club que viven en Burgos.
Una vez llegados a Vitoria, al hotel a dejar las cosas y a comer. Después nos juntamos con Jose Ignacio, que se ha venido desde Lasarte a correr la media maratón y por la tarde nos acercamos a recoger los dorsales. En la recogida de dorsales nos atienden unas chicas simpatiquisimas, entre las que estaba la mujer de Martín Fiz, a través de la cual nos pusimos en contacto con el para quedar un poco más tarde y saludarte. Todo un detalle por su parte. (Genio tanto dentro, como fuera del asfalto)
El resto de la tarde, mientras el resto hacen turismo, Jose Ignacio y yo, junto con nuestra amiga Sara, que nos hace de anfitriona, pasamos la tarde al solecito en una terraza de la plaza de España; es la tarde previa al maratón y yo prefiero no andar mucho. Y para finalizar el día, cenita en un italiano para realizar el último aporte de hidratos y prontito para la cama, sin antes no juntarnos para comentar los detalles de la carrera.
El domingo amaneció muy nublado e incluso cayó una pequeña llovizna que dejó el suelo húmedo, aunque según avanzaba el día, se fue abriendo. Y antes de la carrera? Pues el ritual de siempre… cafetito, charlita, las últimas fotos de rigor todos juntos (ya nos juntamos con Emilio y Manolo, los otros dos maratonianos) y a cambiarnos, echarnos nuestros potingues y un leve calentamiento antes del pistoletazo de salida.
Nada más dar la salida se van para adelante Iván Fernández, posterior ganador de la prueba de 10k y Juan.. qué tío.. salió a tope desde el principio.. quería ir a por una buena marca y se la ganó con creces, después de ir toda la carrera en solitario. Por detrás se formó un grupo con los siguientes de la media y el favorito del maratón. Por lo que me dijo Martín, iba a por el 2:20 y era un ritmo muy superior al mío.
Por detrás me quedo en tierra de nadie hasta que en el km 4 se me cae un bolsito que tenía cosido al pantalón con 2 geles por lo que me tuve que parar y y dar la vuelta para recogerlo. A partir de ahí me quedo en un grupeto con gente del 10k y el que a la postre sería el segundo clasificado. También le tenía fichado; debutaba en maratón y pensaba que eso le podía pasar factura, pero nada más lejos de la realidad. A partir del 9 nos quedamos los dos solos, y a partir del 12 veo que se va para adelante; ingenuo de mi, pensaba que quizá por su inexperiencia podría pinchar en la segunda parte, pero el tío acabó fuerte y el que al final pinchó fue el posterior ganador; yo creo que si hay 5 kms más, le caza fijo.
Y yo por detrás, a partir de ese momento sólo. A partir del 15 al 20 pica para arriba y no me noto tan suelto, pero no voy mal. Y a partir de ese punto, aunque vamos cuesta abajo, con el viento en contra, mis sensaciones tampoco son de que voy fuerte; voy bien, pero no voy de 10.. Poco a poco van pasando los kms y vamos pasando por zonas sin público, por zonas industriales que se han algo pesadas.
A partir del 28, noto que voy mejor..y siempre pensando en positivo… coño… que me encuentro fuerte…
En el 30 aparece el primo de mi cuñado Félix que anima con su hijo como un loco.. menuda alegría..
A partir del 32 volvemos para el centro y la carretera vuelve a picar para arriba, pero esta vez el viento nos da de espaldas y ayuda mucho.
Y sobre el 34 aparece mi hermano… joder qué alegría.. como animaba.. la verdad es que iba bien e incluso me reía de lo que decía para animarme… (viendo luego los parciales, se ve como apreté por ese paso) ¡Qué diferencia con Valencia, cuando me pilló en el 32 y yo iba algo jodidillo y casi ni le escuchaba!
Y a partir de ahí a apretar los dientes, que el terreno seguía picando para arriba hasta el 39, con un pequeño tunelillo con una subida que se agarraba de narices. Y por el 40, cuando ya entramos en la zona centro, me encuento a Jose Ignacio animando como un descosido corriendo a mi lado y no parando de gritar ( y el jodio decía que no me iba a poder acompañar nada y si que estuvo un buen rato a mi lado). Y un poco más a dentate hay una figura en un túnel haciendo una foto.. ¡Joder, si es Braulio! Vaya alegría para rematar.. Ya iba lanzado para la
meta y dentro del sufrimiento del maratón, me encontraba con fuerzas, todo lo contrario que en Valencia que acabé bastante jodidillo.
Y cuando encaré la recta de meta y vi que podía bajar de 2:25 di todo lo que tenía, aunque al final me quedara a 2’’ de poder hacerlo… Y en meta todo el club para felicitarme, mi hermano (¡Qué grande! en lo deportivo, pero sobre todo en lo humano), mi padre (como me alegro que estuviera allí), el resto de paisanos que se acercaron allí para animarnos. Si la gente se nos quedaba mirando de la que organizamos; ¡ni cava faltó para celebrarlo!
Y para finalizar, después de la entrega de premios, nos fuimos a comer acompañados del padre de la campeona del maratón (que resultó que era de Santiago de la Puebla, al ladito de Macotera) y de la familia de Capucho que nos trataron genial y nos deleitó para finalizar con unos juegos de magia que nos dejó boquiabiertos.
Al final, la crónica me ha vuelto a quedar un poco larga y mira que quería que fuera breve; aún así me dejo en el tintero muchísimas cosas, mención a muchísima gente y sobre todo, muchísimas sensaciones vividas y difíciles de plasmar aquí. Aún así quisiera agradecer a Fernando Álamo, amigo y entrenador, que se acercara a Vitoria para apoyarme y seguirme por diferentes puntos del recorrido, es un crack! Y también resaltar el compañerismo y la amistad que hay en este club, ¡Menudo orgullo pertenecer a este grupo de amigos!
Y para finalizar, le quiero dedicar esta carrera a Laura, por aguantarme y a quien le quito tanto de mi tiempo para entrenar, y sobre todo por nuestra nueva etapa juntos.
– Track con perfil y ritmos –
– Más fotos del fin de semana –
– Vídeo realizado por Braulio –
¡Nos vemos por los caminos!
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